Desde hace unos años en Dinamarca, y en otros sitios, es frecuente el fenómeno de los perros con un moño amarillo, ¿qué significa eso? Cuatro patas que corren con un moño amarillo atado al collar o a la correa: ¿para qué sirve ese moño y por qué es de ese color? ¿Por qué se han preocupado los dueños de adornar a su cuadrúpedo con un moño? La respuesta está clara: el perro necesita su propio espacio, y es mejor no violarlo. Por diversas razones, el animal no puede o no quiere o incluso no debe acercarse a sus congéneres o a personas desconocidas para él. Las razones pueden ser de diversa índole: lo importante es dejar el espacio necesario para que no haya riesgo de estresarlo, agitarlo o incluso hacerle daño. Por este motivo, hace más de diez años nació un proyecto muy inusual.
El proyecto Yellow Dog.
El proyecto Yellow dog nació en Suecia en 2012. Tara Palardy, concentrada en su trabajo como adiestradora canina, se topaba a menudo con perros que tenían graves problemas para interactuar con otros perros y con las personas. Por eso decidió ponerles un lazo amarillo en la correa para que sus dueños y compañeros adiestradores pudieran identificarlos más fácilmente. Esto facilitó la convivencia de animales y personas en los espacios comunes. El experimento tuvo un éxito inmediato, hasta el punto de que esta práctica se extendió enseguida a los países vecinos, luego a Inglaterra y más tarde al resto de Europa. Hoy en día, el Proyecto del Yellow Dog cuenta con el reconocimiento internacional de asociaciones caninas, adiestradores y propietarios, que juntos tratan de difundir este método de comunicación internacional.
Las posibles razones del moño amarillo de un perro.
Las posibles razones por las que un perro lleva un moño amarillo atado a la correa pueden ser diversas. Sin embargo, el moño puede sustituirse por una bandana del mismo color o directamente por un collar también amarillo. La finalidad, en todo caso, sigue siendo la misma: el perro necesita espacio durante sus paseos. De ahí que sea mejor evitar los encuentros demasiado cercanos con otros perros y también con personas desconocidas o poco familiares.
Aquí hay algunos ejemplos prácticos de un perro con un moño amarillo:
- Tiene problemas de salud: quizá esté de vuelta de una lesión o de una operación que lo vuelve especialmente delicado en ciertas partes del cuerpo. Por lo tanto, no puede jugar ni dejarse tocar. En este caso, se utiliza una cinta blanca como alternativa.
- Resulta agresivo con otros perros o personas: reacciona mal a la interacción con sus congéneres o puede ser mordaz con los humanos.
- Está en fase de celo: por tanto, debe evitar encontrarse con perros machos para evitar las consecuencias evidentes de la proliferación.
- Es de mayor edad: también los animales pueden ser especialmente frágiles y delicados. Hay que tratarlos con el debido respeto y paciencia.
- Es ansioso o tiene un miedo especial: la proximidad de sus compañeros o de personas desconocidas puede causarle malestar.
- Está en la fase de adiestramiento: en estos casos, el perro no debe distraerse con comportamientos anómalos o estímulos que no procedan de su dueño o adiestrador.
- Es un perro de asistencia: la persona que acompaña puede tener una discapacidad visual. Así que tanto el animal como la persona necesitan más espacio del habitual para moverse sin distracciones.
¿Cómo relacionarse con los perros con un lazo amarillo?
Es muy importante aclarar que, pese a los signos más o menos evidentes, al acercarse a perros que aún no se conocen, hay que tener cierta precaución para no molestarlos. Cuando una persona se interesa por los cuadrúpedos y piensa que todos son sociables y con ganas de mimos, no significa que el feeling sea siempre y necesariamente mutuo. En primer lugar, el animal puede interpretar de forma negativa gestos o actitudes que la persona en cambio considera afectuosos o amistosos. Por ejemplo, conviene evitar mirar al perro fijamente a los ojos durante mucho tiempo: el gesto podría incomodarle o incluso interpretarse como un gesto de desafío. Lo mismo ocurre con el tono de voz: un volumen excesivamente alto molestará al animal y le causará estrés. En cuanto a la postura corporal, por otra parte, es aconsejable no inclinarse sobre él ni acercarse demasiado deprisa: así se evitará una actitud de miedo que podría provocar una reacción agresiva o un susto.
Pero lo indispensable es relacionarse primero con el propietario, que sin duda podrá decir si conviene o no acercarse.
Aspectos que hay que considerar: peculiaridades del moño amarillo para perros
Además del moño amarillo, hay otros colores que identifican el estatus del perro. Se trata de un desarrollo comunicativo entre los propietarios. Por ejemplo, el color rojo indica que hay que tener precaución al acercarse, el verde pretende señalar que el perro es sociable y amistoso con todo el mundo y, por último, el color azul indica que se trata de un perro guía (pero éste puede llevar un arnés especial).
Sin embargo, este tipo de sistema presenta una serie de características positivas: es fácil tanto de colocar como de identificar. Es económico, ya que no necesita equipos adicionales y puede retirarse o sustituirse en cualquier momento.
Además, el color amarillo ha adquirido desde hace tiempo el significado y reconocimiento convencionales como señal de atención, alarma y denuncia, y ha sido adoptado por diversas instituciones civiles, militares, filantrópicas y protectoras de animales de todo el mundo.
Alison Gibson-Stark, administradora de la organización Yellow Dog UK, declaró en una entrevista:
Presentamos Yellow Dog en 2012, pero pasaron algunos años, participaciones en exposiciones, artículos en periódicos y revistas y entrevistas de radio hasta que empezamos a ser conocidos en el mundo canino… Una solución constructiva sería realizar eventos y actividades de promoción en redes sociales, blogs y periódicos más frecuentes y generalizados.
