Paul Watson es un nombre que se ha escuchado mucho últimamente en redes sociales. No muchos están familiarizados con su misión pero es un nombre familiar entre los defensores del medio ambiente y los activistas por los derechos de los animales. Como miembro fundador y líder de la organización Sea Shepherd Conservation Society, Watson se ha convertido en una figura emblemática en la lucha por proteger los océanos y la vida marina a toda costa.
Desde una edad temprana, Watson desarrolló una profunda conexión con el mundo natural y una pasión inquebrantable por defender a los animales indefensos. En su propio relato, cuenta que a los 11 años quedó profundamente impactado al presenciar la crueldad de la caza comercial de castores en Canadá.
Solía nadar con estos castores en un estanque de castores cuando tenía 10 años. Volví cuando tenía 11 y descubrí que ya no quedaban castores. Descubrí que los tramperos se los habían llevado a todos, así que me enfadé bastante y ese invierno empecé a recorrer las líneas de trampas y a liberar animales de las trampas y a destruir las trampas.
Paul Watson
Este incidente fue el detonante que lo llevó a unirse a la organización International Fund for Animal Welfare (IFAW), donde participó activamente en campañas para poner fin a la caza de focas. Posteriormente, en 1972, Watson se integró a Greenpeace, rápidamente convirtiéndose en una de las figuras más prominentes del movimiento ambiental.
Su contienda con los cazadores de ballenas
Durante su tiempo en Greenpeace, Watson lideró audaces acciones de protesta, como interponerse físicamente entre los cazadores de ballenas y sus presas. Estas tácticas, si bien efectivas para llamar la atención sobre la causa, le valieron el apodo de «El Loco de las Ballenas» y generaron conflictos dentro de la organización.
«Mi filosofía siempre ha sido proteger a los animales a toda costa», afirma Watson con determinación. «Si es necesario usar la fuerza para detener la caza o la pesca ilegales, lo haré sin dudar. Para mí, la defensa del medio ambiente y de la vida marina justifica incluso el uso de métodos controvertidos».
Tras abandonar Greenpeace en 1977, Watson fundó Sea Shepherd Conservation Society, una organización dedicada específicamente a la protección de los océanos y sus habitantes. Sea Shepherd se ha distinguido por sus tácticas agresivas y a veces violentas, como el hundimiento de barcos de caza de ballenas y la interceptación de embarcaciones que participan en actividades de pesca ilegal.
Enfrentando la justicia
El 21 de julio del 2024, Paul Watson fue arrestado por la policía danesa en el puerto de Nuuk, Groenlandia, mientras repostaba combustible en su barco. Este arresto se produjo tras una orden emitida por Japón. Pero, ¿por qué Japón quería capturar a Watson?. Los cargos se remontan a una operación de 2010, cuando un activista de Sea Shepherd abordó un barco japonés para impedir la caza de ballenas. Desde entonces, Watson ha sido acusado de allanamiento de morada, agresión y lesiones.
En consecuencia, Watson fue ingresado en la base de datos de la Interpol. Organización que gestiona la recopilación de información sobre personas que violan la ley en todo el mundo. Cualquier persona ingresada en esta base de datos puede ser arrestada dondequiera que esté y posteriormente extraditada al país que emitió la orden.
La Caza de Ballenas en Japón: su principal amenaza Sea Shepherd
Las acciones de Sea Shepherd en las aguas japonesas han incluido el bloqueo de barcos balleneros, el hundimiento de embarcaciones y la interceptación de capturas. Gracias a estas intervenciones, aproximadamente el 90% de las ballenas objetivo de la flota japonesa se salvaron. Esto tuvo un alto costo para Japón, que sufrió una perdida de más de 150 millones de dólares. Lo que explicaría por qué el gobierno japonés considera a Paul Watson como una amenaza. Dichas intervenciones han hecho que las autoridades japonesas, acusen a Watson y a su organización de «terrorismo ecológico». Esto crea sospechas sobre el arresto. Dado que, después de años de relativa tranquilidad, Japón reactivó la «Alerta Roja» de la Interpol. Justo cuando Watson navegaba hacia el Kangei Maru, un nuevo y enorme barco ballenero japonés.
A lo largo de su carrera, Watson ha sido arrestado en múltiples ocasiones por sus acciones. Ha sido acusado de delitos que van desde obstrucción a la justicia hasta piratería. A pesar de los numerosos procesos judiciales y las acusaciones en su contra, Watson ha mantenido su determinación y su compromiso con la causa ambiental. Sin embargo, en esta ocasión Paul arriesga hasta 15 años de prisión. Lo que ha activado la campaña #FreePaulWatson y ha hecho que su caso y nombre resuene.
Más allá de la caza de ballenas
Si bien la caza de ballenas ha sido uno de los focos principales de Sea Shepherd, la organización también ha dirigido sus esfuerzos a otras amenazas que afectan a los océanos y la vida marina a nivel global.
«Nuestro objetivo va más allá de la caza de ballenas», explica Watson. «Luchamos contra la pesca ilegal, la contaminación marina, la sobrepesca y cualquier otra actividad que ponga en riesgo la salud de nuestros océanos y sus habitantes. Somos los guardianes de los mares, y haremos todo lo necesario para protegerlos».
Las campañas de Sea Shepherd han abarcado desde la interceptación de barcos pesqueros que utilizan métodos destructivos hasta la liberación de delfines y tiburones atrapados en redes de pesca. La organización también ha participado en operaciones de limpieza de playas y fondos marinos, así como en programas de educación ambiental.
Un legado controversial pero trascendente
A pesar de las numerosas acusaciones y procesos judiciales que ha enfrentado, Paul Watson mantiene una posición inquebrantable en su defensa de los océanos y la vida marina. Para él, los métodos utilizados por Sea Shepherd, por controvertidos que sean, están plenamente justificados por la urgencia y la gravedad de la crisis ambiental que enfrentamos.
A lo largo de décadas, Paul Watson y Sea Shepherd han logrado llamar la atención mundial sobre la importancia de la conservación marina y la necesidad de adoptar medidas drásticas para frenar la devastación de los océanos. Si bien sus métodos han sido cuestionados, su legado como incansable guardián de los mares será recordado por generaciones.
«Sé que algunos me ven como un loco o un fanático», concluye Watson. «Pero prefiero ser un loco que un cobarde. Voy a seguir luchando por este planeta y por todos los seres vivos que lo habitan, cueste lo que cueste».
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