Cesto de fruta de estación

¿Contribuimos a la sequía con nuestra elección de alimentos?

Author
Renata Abeni
Visual Curator
Orlando Ruta


Cuando llega el buen tiempo, en cualquier parte del mundo, todos los años vuelve la posibilidad de períodos más o menos largos de sequía.
Oímos hablar de los problemas para la agricultura, de las diversas restricciones que los gobiernos deciden adoptar para que la reducida cantidad de agua dure el mayor tiempo posible. Rara vez, salvo en situaciones extremas, se habla de los animales y del impacto que la sequía tendrá sobre ellos.

La gente se preocupa por sus mascotas, pero no por los animales en libertad, abandonados a su suerte, luchando contra un hábitat que cada vez les resulta menos hospitalario.
Teniendo esto en cuenta, varias asociaciones, entre ellas Woodland Trust UK, han publicado consejos sobre cómo ayudar a los animales en una sequía. Por ejemplo, puedes ayudar a insectos polinizadores como las abejas dándoles agua sin ahogarlas (colocando pequeñas piedras para que descansen sobre ellas). O, si tienes la suerte de tener un jardín, crea refugios para pequeños mamíferos como erizos o ardillas.

Un ape impollina un fiore giallo
Una abeja durante la polinización, una de las especies más amenazadas por la sequía.


Ganadería intensiva y sequía, un problema complejo

Los primeros animales en los que debemos pensar cuando hablamos de sequía son los que se crían en granjas intensivas. En primer lugar, porque, como sostiene Greenpeace, el 60% de los mamíferos del planeta son animales de granja y el 70% de las aves son de corral.
El impacto de la sequía en estas granjas es, como denuncian a menudo los ganaderos, una calamidad tanto económica como medioambiental.
Desgraciadamente, ahora está claro que estas granjas suelen crear problemas que tienen un fuerte impacto en las aguas subterráneas.

Maiali in un allevamento intensivo mangiano
Cerdos obligados a vivir en un espacio mínimo en una granja intensiva, fotografía de Foto de Barbara Barbosa

El New York Times investigó en 2023 las causas y consecuencias de la desaparición de las aguas con una serie de artículos titulada “Uncharted Waters”. El uso excesivo ha provocado daños y la desecación de los acuíferos que llevan agua a cerca del 90% de los acueductos de Estados Unidos.

Uno de los principales culpables de esta situación es la industria alimentaria, especialmente la cría intensiva de pollos, vacas y cerdos. En muchas zonas, los cultivos tradicionales se sustituyen ahora por plantaciones de soja para alimentar a los pollos o de alfalfa, una planta para alimentar al ganado, y ambos requieren mucho riego.
Estos cambios están relacionados con la evolución de la dieta en Estados Unidos. Desde los años 80, el consumo de queso por persona se ha duplicado, sobre todo en forma de mozzarella para pizza. Además, en 2022 el estadounidense medio comió 45 kg (100 libras) de pollo, el doble que hace 40 años.

Contaminación del agua

Otro daño causado por la ganadería intensiva queda en evidencia con la situación del río Ter en España, en la comarca de Osona.
Aquí, cerca de la mitad de las fuentes han dejado de funcionar debido a la sequía y de las que quedan cerca del 40% están contaminadas por nitratos, fruto del vertido excesivo de excrementos de cerdo al agua. Según el Grup de defensa del Ter, el nivel medio de nitratos resultante de los análisis es de 58 mg/L, por encima del umbral de 50mg/L indicado por la OMS.

Fiume Ter senza acqua in spagna a causa della siccità
Fotografía que muestra el río Ter con aguas escasas, archivos del Grup de defensa del Te


El problema se deriva de la alta prevalencia de granjas porcinas en la zona, con una cabaña porcina 7 veces superior a la humana. Una población, la porcina, que consume (precisamente por su enorme presencia) más agua que la población humana, agravando así el problema de la sequía.

También en Italia se han detectado altos niveles de nitratos, como ilustra un artículo de Irpimedia y uno de sus vídeos filmados en la provincia de Mantua. Causados, también en este caso, por la elevada presencia de explotaciones ganaderas en la zona.

Derechos de los animales 

Por supuesto, el principal problema de la ganadería intensiva siguen siendo los derechos de los propios animales, las crueles condiciones en las que se ven obligados a sobrevivir.
Uno de los primeros en señalar esta situación fue Peter Singer en 1975. Escribió el innovador libro “Liberación animal: una nueva ética para nuestro trato a los animales” en el que hablaba de las duras condiciones de diversos animales en laboratorios y granjas.
En una entrevista reciente, Singer también menciona que un factor crítico para mejorar las condiciones de los animales es el cambio de leyes en los territorios implicados.

Peter Singer insegnante di bioetica alla princeton's University center for human values
Peter Singer, catedrático de Bioética de la Universidad de Princeton, fotografía de Jordi Play

A este respecto, destaca la diferencia entre la legislación federal de la UE y la de Estados Unidos. Esta última está mucho menos avanzada y depende de los juegos de poder de los grupos de presión agrícolas. Lamentablemente, estos grupos de presión son lo suficientemente poderosos como para impedir reformas esenciales.

Cambiar las leyes es un paso importante que hay que dar para detener o al menos reducir la explotación de muchas especies animales, como demuestra la mejora experimentada en los países de la UE tras la prohibición de probar cosméticos en animales.

Cambio en la conciencia colectiva

Para que cambie la conciencia colectiva tiene que haber, como también señalaba Jane Goodall (una de las más famosas activistas por los animales) en una entrevista reciente, un enfoque individual diferente. Especialmente en la forma en que vemos a muchos animales como funcionales a nuestra existencia. Debemos dejar de verlos solo como posibles mascotas o animales de granja (o en algunos casos ambas cosas) y recordar su dignidad intrínseca.

Mucche pascolano in allevamento estensivo
Rebaño de vacas pastando en ganadería extensiva, fotografía de Kanenori


Un esfuerzo diario para obtener más información sobre cómo mejorar el bienestar de los animales, elecciones y políticas de compra más conscientes.
Y una revisión de nuestro enfoque de la alimentación aportaría el beneficio añadido de ayudar a resolver el problema de la sequía.