A medida que la moda sostenible se vuelve global, gracias a consumidores cada vez más conscientes del impacto de esta industria tan contaminante, surge la pregunta si el movimiento por la sostenibilidad es elitista, convirtiéndose en una división de clases.
Hoy en día, en respuesta al cambio climático, los compradores se encuentran en la búsqueda de firmas más comprometidas. Empresas que no sólo respondan a sus valores, sino que también sean transparentes en su cadena de producción, en las condiciones laborales de sus trabajadores y en el impacto medioambiental.
Sin embargo, a pesar de que el movimiento por la sostenibilidad haya crecido enormemente persuadiendo el consumo de la moda rápida y ultra rápida, el coste de prendas más ecológicas supone un precio más elevado.
Por ello, muchos consideran que las firmas de moda sostenible no son una alternativa accesible para todos los compradores. Esto obstaculiza conseguir un consumo más sostenible puesto que no todos pueden permitírselo.
Debido a ello, la moda sostenible se ha convertido en un símbolo de estatus siendo percibida como elitista.
¿ Por qué las firmas ecológicas son más costosas?
La moda sostenible no solo implica que una firma tenga conciencia medioambiental sino que siga prácticas éticas como la reducción de consumo de agua o la utilización de energías renovables.
La utilización de materiales ecológicos que derivan de animales (como la lana) y plantas cultivadas (como el algodón orgánico) requiere prácticas sostenibles que muchas veces exigen mano de obra manual, generando un coste muy alto.
Se estima que el precio de los tejidos sostenibles es en promedio entre dos y cuatro veces más alto en comparación con lo de los tejidos sintéticos, debido a su producción.
Pero hay mucho más en una etiqueta de precio que el coste del tejido.
También supone salarios dignos y condiciones de trabajo justas para todos los trabajadores que participan de la cadena de producción. Hay respeto por las artesanías y habilidades ancestrales de los fabricantes de textiles tradicionales.
Además, en una producción sostenible para evitar el exceso de existencias, se fabrica en pequeña escala o a pedido a fin de reducir el desperdicio, lo que significa que cuesta más producir cada artículo, aumentando el costo por producto.
Por otro lado, las firmas éticas con producción sostenible, para poder asegurar la transparencia en su cadena productiva y cumplir con los estándares de calidad, deben invertir en certificaciones de terceros que permitan identificar a las compañías comprometidas.
En resumen, el precio de una prenda sostenible se compone de:
- Procesos de fabricación ecológicos, como la utilización de tintes naturales;
- Materias primas naturales, orgánicas o recicladas de alta calidad;
- Salarios dignos y condiciones de trabajo justas,
- Cadenas de suministro éticas y transparentes;
- Certificaciones sostenibles.
Éstas son las razones de los precios más elevados de los productos ecológicos que se ven reflejados en el precio final de la venta al público.
A diferencia, las firmas de moda rápida y ultra rápida poseen una producción en masa poco ética, de baja calidad y alto impacto, siendo accesibles para la mayoría por su menor precio, y sin pensar en la sobreproducción y el desperdicio.
Pueden mantener sus costes bajos por la subcontratación de mano de obra en países en desarrollo con salarios mínimos y condiciones de trabajo inseguras; y por la utilización de materiales baratos, como los sintéticos que derivan de combustibles fósiles.
Esta diferencia entre “estas dos modas” está generando una división porque las personas que pueden permitirse comprar eticamente son considerados más responsables con el medio ambiente de los que no pueden permitírselo, solo por el hecho de haber gastado más dinero en un producto sostenible.
Por ello, no cabe duda alguna que considerar elitista a la moda sostenible es perjudicial ya que aleja a los consumidores comprometidos que quieren tener la posibilidad de comprar más sostenible y asequible pero no pueden hacerlo.
La prenda más sostenible es la que ya se encuentre en tu armario
Si se limitara la cantidad de prendas y accesorios que se compran, sería posible adquirir artículos de firmas sostenibles con un presupuesto más adecuado a nuestro ingreso, invirtiendo en productos duraderos y de mayor calidad en lugar de muchos productos de moda rápida.
Sin embargo, comprar una prenda en una tienda de moda sostenibles no es la única forma de ser responsable.
Hay opciones más sostenibles teniendo en cuenta el propio presupuesto:
Las compras de segunda mano y el alquiler son otro modo para que los consumidores compren de forma sostenible y más asequible para su bolsillo.
Incluso comprar moda rápida no es un problema en sí mismo si no se hace en exceso. Varias firmas están adoptando nuevas soluciones a su modelo de negocio lineal. Además de crear colecciones eco-friendly, están utilizando materiales reciclados e incluso están creando su propia plataforma de segunda mano.
No cabe duda alguna que el precio de las prendas sostenibles refleja los costos reales de su fabricación, causando un menor impacto en el medio ambiente, en las personas y animales, dejando una huella más pequeña.
Y quizás en vez de pensar que la moda sostenible es elitista por su alto precio, ¿por qué no pensar en el porqué del coste tan bajo de la moda rápida o ultra rápida?
Los precios baratos nos hacen creer que generan ahorros para los consumidores. Esto puede parecer cierto a corto plazo, con un enfoque limitado y mirando solo el dinero en nuestras billeteras, pero todos nosotros, como ciudadanos del mundo, finalmente terminaremos pagando el costo externo, el verdadero costo del consumo y producción insostenible de prendas baratas
Fashion Revolution
Fashion Revolution response to news that Missguided is selling bikinis for just £1