La economía mundial se encuentra atravesando una desaceleración acentuada por la alta inflación, los elevados precios de la energía y las materias primas, y la crisis del coste de vida con su ripercusión en la sostenibiliad.
Estos factores no son ajenos a los productos sostenibles, volviéndolos inasequibles para los consumidores con un presupuesto cada vez más ajustado.
Entonces, ante el aumento del coste de la vida, ¿la moda sostenible sigue siendo prioritaria?
Crisis mundial en el coste de vida
El coste de vida mundial se está viendo afectado. Es producto de la crisis climática y la pandemia, que alteraron la producción y distribución de la cadena de suministros, elevando los costes a nivel internacional.
Asimismo, el conflicto entre Ucrania (unos de los mayores productores agrícolas) y Rusia (uno de los mayores productores de gas y petróleo) agravó esta situación al aumentar aún más los precios de la energía y los alimentos, recrudeciendo su escasez.
Para el Foro Económico Mundial, las familias más pobres son las más afectadas por las subidas de los precios. El coste de los alimentos y la energía representan una mayor proporción de sus gastos mensuales, hasta llegar, en algunos casos al doble.
De acuerdo al PNUD, la escalada de estos costes ha provocado que 71 millones de personas de países en desarrollo cayeran en la pobreza.
Por otro lado, el Foro Económico Mundial advierte que la crisis del coste de vida será el mayor riesgo mundial en los próximos dos años, seguido por las catástrofes naturales, los fenómenos meteorológicos extremos y la fragmentación geoeconómica.
Economías verde
A pesar de la situación mundial, muchos países están invirtiendo en un futuro más sostenible a través de las economías verde. Están creando un desarrollo sostenible sin degradar el medio ambiente, mejorando los recursos y la eficiencia energética.
El Índice Futuro Verde 2022, una clasificación de 76 economías publicada por MIT Technology Review Insights, valoró cómo los países están reduciendo sus emisiones de carbono, desarrollando energías limpias, innovando en sectores ecológicos e implementando políticas climáticas.
De acuerdo al ranking, en los primeros 10 puestos se encuentran:
1. Islandia: generó más electricidad de fuentes renovables de la que consume.
2. Dinamarca. Ha sido proactiva en sus esfuerzos por invertir en energía sostenible.
3. Países Bajos. Son líderes en transporte ecológico.
4. Reino Unido. Líder mundial en generación de energías renovables.
5. Noruega. Se encuentra en una transición hacia una economía circular.
6. Finlandia. Se encuentra en proceso de descarbonizar el sector energético con hidrógeno e infraestructuras a fin de cumplir sus objetivos de neutralidad de carbono para 2035.
7. Francia. Invertirá 7.000 millones de euros de aquí a 2030 para apoyar el desarrollo del hidrógeno renovable y con bajas emisiones de carbono.
8. Alemania. Se opone a la reciente propuesta del sistema de etiquetado verde de la UE para clasificar los proyectos nucleares como subvencionables con fondos para infraestructuras verdes.
9. Suecia: ha disminuido el consumo medio de carne per cápita a fin de contribuir con la sostenibilidad.
10. Corea del Sur. Se encuentra trabajando en mitigar el impacto de los residuos de la mayor economía cafetera de Asia mediante la introducción de un Sistema de Devolución de Depósitos.
Un aumento significativo de la inversión en sistemas energéticos sostenibles en los países en desarrollo es crucial para que el mundo alcance los objetivos climáticos en 2030.
Rebeca Grynspan, Secretaria General de la UNCTAD.
El informe sobre las inversiones en el mundo 2023 de la UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo) explica el creciente déficit anual de inversión al que se enfrentan los países en desarrollo en su esfuerzo por alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para 2030.
La inversión internacional en los sectores de los ODS en los países en desarrollo aumentó en 2022. Hubo un incremento del número de proyectos en infraestructuras, energía, agua y saneamiento, sistemas agroalimentarios, salud y educación. El aumento desde que se adoptaron los ODS en 2015 es relativamente moderado debido al poco crecimiento en los primeros años y a la fuerte disminución de la inversión durante los meses de pandemia.
¿Se pueden alcanzar los ODS?
El informe de Desarrollo Sostenible 2023 indicó que desde 2015 a 2019, se avanzó poco en el cumplimiento de los objetivos. La pandemia y otras crisis provocaron que el progreso de los ODS se haya paralizado en todo el mundo.
Sin embargo, hay países que están trabajando en alcanzar las metas de los ODS.
Esta lista la encabeza Finlandia, seguida por Suecia, Dinamarca, Chequia, Estonia, Letonia y la República Eslovaca, quienes han alcanzado, o están en vías de alcanzar, el mayor número de metas de los ODS de acuerdo al informe.
Por el contrario, Líbano, Yemen, Papúa Nueva Guinea, Venezuela y Myanmar presentan el mayor número de metas de los ODS en las que se ha producido un retroceso. Esto demuestra que en los países menos desarrollados los ODS están muy lejos de cumplirse.
Sin embargo, el organismo es optimista y declara que los ODS siguen siendo alcanzables ya que ninguno de los objetivos está fuera de alcance si se redoblan los esfuerzos.
Para ello, todos los Estados miembros deben comprometerse en adoptar vías de desarrollo sostenible a largo plazo que proporcionen un enfoque gradual y a medio y largo plazo para orientar sus políticas de desarrollo sostenible, acelerando el progreso de los ODS hasta 2030 y establecer metas aún más ambiciosas hasta 2050.
Comportamiento sostenible de los consumidores
Tomemos como ejemplo una industria que está bajo los ojos de todos y que requiere una consideración real por parte de los consumidores finales: la industria de la moda. Ha avanzado mucho en materia de sostenibilidad gracias a su mutabilidad. Esta le ha permitido transformarse hacia un negocio: más circular, con innovadores materiales, que se dedica a upcycling y reciclaje textil y a la venta de moda de segunda mano.
Esta actitud ha ido de la mano con el comportamiento de los consumidores cada vez más conscientes de su huella medioambiental y social. Ellos dirigen sus decisiones de compra hacia productos sostenibles, por los que están dispuestos a pagar más.
Sin embargo, la constante inflación y el aumento de los precios sigue siendo la amenaza más inmediata para el sector de la moda sostenible.
Consumidor sostenible
Conforme al estudio sobre la actitud de los consumidores ante la sostenibilidad realizada por Deloitte, los consumidores siguen siendo conscientes del medio ambiente. Por otro lado, dadas las presiones inflacionistas, la creciente adopción de estilos de vida sostenibles puede tener más que ver con ahorrar dinero que con salvar el planeta.
Es necesario que las opciones sostenibles sean más asequibles y accesibles para que los consumidores contribuyan a la transición hacia la sostenibilidad. Si bien este año más consumidores adoptaron estilos de vida sostenibles eligiendo bienes más duraderos o que pueden reutilizarse o repararse fácilmente,
Según sus conclusiones:
- Una cuarta parte de los consumidores está dispuesta a pagar más por la sostenibilidad;
- Entre los comportamientos con mayor aumento de adopción este año figuran comprar más artículos de segunda mano, pagar más por productos más duraderos, reparar más y utilizar menos el coche;
- En comparación con 2022, ha aumentado la proporción de consumidores que tienen en cuenta la circularidad;
- En 2023 habrá más consumidores que tengan en cuenta la durabilidad y la posibilidad de reparación a la hora de hacer una compra. Estarán atentos a si los productos llevan la etiqueta de origen o fabricación responsable, o si apoyan la biodiversidad.
Predicciones para un futuro más verde
Según las últimas previsiones del FMI, el crecimiento económico mundial se desacelerará al 2,9% en 2024.
Mientras que las economías de mercados emergentes y en desarrollo tendrán una modesta disminución en el crecimiento al 4,0% en 2024; la inflación global disminuirá de manera constante al 5,8% en 2024, debido a una política monetaria más estricta ayudada por los menores precios internacionales de las materias primas.
En relación a los consumidores, en 2024 serán más prudentes a la hora de comprar maximizando el valor económico.
De acuerdo a la revista Forbes, en 2024 los consumidores dispondrán de menos dinero para gastar procedente de los ingresos actuales. No les quedará ningún excedente de ahorro, esperando un duro descenso del gasto discrecional.
Pero, uno de los aspectos clave de la sostenibilidad en los próximos años será el rápido crecimiento de las fuentes de energía renovables.
Para 2024, los gobiernos ofrecerán incentivos para fomentar la adopción de vehículos eléctricos y los principales fabricantes de automóviles invertirán grandes cantidades en la producción de estos vehículos, reemplazando una parte sustancial de los vehículos con motor de combustión interna, reduciendo las emisiones y mejorando la calidad del aire.