¿Alguna vez te ha pasado que cuando te encuentras con una marca que dice ser verde te provoca un sentimiento de incredulidad, ya que en realidad sus acciones se oponen? Es en este momento que es importante añadir esta palabra a nuestro vocabulario.
La palabra “Greenwashing” se compone de la unión de dos términos en inglés: green = verde y wash = lavado. Se utiliza para describir empresas, marcas, productos o personas que, para ganarse un lugar en el mercado o no perderlo, se declaran sostenibles cuando en realidad no lo son.
La sostenibilidad como concepto se ha convertido en una perspectiva socialmente aceptada, y es por esto que es importante saber identificar el Greenwash, de modo que no seamos víctimas de malas prácticas. Veámos cuáles son:
1. Lenguaje complicado
El cual presenta términos extremadamente científicos, de difícil comprensión o afirmaciones expresadas en contextos muy generales sin estar respaldado por certificaciones y / o datos científicos.
2. Uso excesivo del color verde
Imágenes que hacen referencia a contextos sostenibles, en el producto, etiqueta o publicidad, sin dar a conocer los ingredientes y procesos de fabricación.
3. Declaraciones contradictorias.
4. Amnesia selectiva.
Debatir únicamente lo que sea de interés para la empresa y / o las partes interesadas.
5. Suministrar datos falsos.
6. Empresas «verdes» que pertenecen a empresas para nada verdes.
7. Promover solamente lo que es sostenible y omitir aquello que no lo es.
A veces puede ser fácil identificar el greenwashing, pero otras es necesario investigar más a fondo. Sabemos que aún nos queda un largo camino por recorrer para ser sostenibles, pero es importante exigir que la transparencia se implemente ante todo en la comunicación, los productos y los procesos.
No tener que preocuparse de los greenwashers nos permite, como consumidores, de poder escoger entre diferentes productos o servicios que ofrecen una verdadera propuesta sostenible para el mundo.
No hay inversión más justa que la que se hace en empresas que realmente lo merecen, ¿no crees?