Zona interior de la feria con expositores [Fotografía], por BioCultura, 2024.
Zona interior de la feria con expositores [Fotografía], por BioCultura, 2024.

BioCultura, la feria de productos ecológicos

Una alternativa para el consumo responsable

Author
Marina D'Orazio
Translation
Karyna Prieto

Este evento destinado a los productos ecológicos y sostenibles, se realiza de forma anual en tres ciudades españolas: Madrid, Barcelona y A Coruña. Este año se celebró en la capital catalana del 9 al 12 de mayo, bajo el eslogan: “Tienes hambre de sitopía, ven a descubrirlo”. Como referencia al concepto acuñado por Carolyn Steel en su libro homónimo. La palabra Sitopía tiene como significado el lugar de donde proviene la comida, y es la suma de los términos griegos sitos (comida) y tópos (lugar).

El proyecto nació hace cuarenta años de la mano de Ángeles Parra, directora de la feria y presidenta de la asociación Vida Sana. Quien quiso crear un lugar donde la ecología fuese protagonista, en un momento en el que no había un sector destinado específicamente a ello. Por esa razón, BioCultura se define como un espacio destinado al consumo responsable y los productos ecológicos. Y con el tiempo se ha convertido en un referente, ya que es el evento más grande realizado en España bajo esta temática.

Actualmente, es un lugar multisectorial al que asisten, mayoritariamente, personas preocupadas por los productos que consumen. Y se caracteriza por presentar numerosos artículos a través de expositores y showrooms. A la vez que se ofrecen más de 250 actividades temáticas, charlas o debates, showcooking, talleres infantiles y foodtrucks. 

Expositor con productos ecológicos
Expositor con productos de alimentación ecológicos certificados [Fotografía], por BioCultura, Barcelona 2024.

La trigésima edición de Barcelona

Durante los cuatro días participaron alrededor de 300 expositores. Estos se repartieron en función de los artículos que vendían. Por esa razón, los separaron en seis grupos distintos: alimentación y cosmética certificada, complementos alimenticios, moda sostenible, casa y estilo de vida. Entre los cuales han destacado los dos primeros por su popularidad. El propósito principal de los stands es dar a conocer los productos y establecer un contacto más cercano con sus clientes.

En cambio, cincuenta mil personas asistieron como público a lo largo del evento. La mayoría son profesionales del entorno o individuos implicados en un estilo de vida sostenible y ecológico. A quienes les interesa conocer las novedades de los diversos sectores, además de participar en las actividades organizadas con profesionales. Por lo general, el público que asiste a este evento es variado, aunque la directora de BioCultura puntualizó que cada vez asisten más jóvenes. 

Zona exterior de la feria con foodtrucks
Zona exterior de la feria con foodtrucks [Fotografía], por BioCultura, Barcelona 2024.

FINANZAS ÉTICAS

Entre las actividades organizadas para la feria se realizó la charla “Introducción a las finanzas éticas y la inversión de impacto” de Oikocredit. Esta es una organización internacional que proporciona servicios de finanzas éticas mediante la inversión de crédito para el desarrollo y la reducción de la pobreza. El poniente fue David Díaz de Quijano y Barbero, coordinador de Oikocredit en Cataluña y docente de finanzas éticas y emprendimiento social en la Universidad Pompeu Fabra.

Durante la charla se expusieron una serie de datos relacionados con la sostenibilidad, el cambio climático y las desigualdades. A través de estas cifras se estableció una relación entre el sistema económico y las entidades financieras. Las cuales, en su gran mayoría, invierten en actividades lucrativas que no son afines a la sustentabilidad, como las energías fósiles o el armamento. A pesar de ello, algunos son bancos sostenibles, es decir, contienen algún proyecto destinado a inversiones de impacto positivo.

Como alternativa, David presentó a las entidades financieras éticas: aquellas que ofrecen servicios de inversión ética y los bancos éticos. Nacidas durante el movimiento pacifista, de los años sesenta y setenta, estas entidades buscan generar un impacto social positivo en su totalidad. Por ende, establecen criterios ético-sociales y ambientales para la inversión de su capital. Aunque estas no ofrecen una gran rentabilidad económica, sí garantizan una inversión del capital en actividades que fomentan la sostenibilidad y el desarrollo humano. Lamentablemente, aún son poco conocidas debido a los tópicos relacionados con ellas. Aun así, existen plataformas como la European Federation of Ethical and Alternative Banks and Financiers (FEBEA) que promueven y dan a conocer este tipo de entidades. 

VIDA SANA

Esta asociación sin ánimo de lucro se encarga de la organización de BioCultura. La entidad fue creada en 1974, aunque no se consolidó hasta cinco años más tarde. Y la idea surgió de un grupo de personas preocupadas por el medio ambiente y su consumo de alimentos. Vida Sana se encarga de numerosos proyectos como la realización de formaciones o de la enseñanza sobre educación ambiental, entre otros. Pero su principal objetivo es la promoción del consumo responsable. Por ello, estuvo presente en la feria de forma física con un expositor informativo, además de elaborar talleres, actividades, y ponencias. 

MamaTerra

La asociación ofrece cada año un espacio destinado a los más pequeños a través del festival ecológico MamaTerra. Durante esos cuatro días este proyecto ofreció numerosas actividades con el objetivo de educar a los niños hacia el respeto por el medio ambiente. De este modo, se les enseña a crear hábitos de consumo responsable y a entender la alimentación saludable. 

Taller infantil MamaTerra
Taller infantil MamaTerra [Fotografía], por BioCultura, Barcelona 2024.

Entre las actividades destacó el taller para aprender a destapar la publicidad engañosa en la alimentación, organizado por Justicia Alimentaria. Una organización no gubernamental que promueve la defensa de la soberanía alimentaria y la transmisión de la consciencia solidaria. La organización lleva a cabo numerosas campañas, todas ellas a través del activismo social y relacionadas con la alimentación.

En este taller dirigido a los niños, se les planteó un sencillo reto. Estos debían distinguir los engaños de seis anuncios alimentarios entre fanfarrones y estafadores. Los primeros contienen información o regalos atractivos para enfatizar la parte buena del producto. En cambio, los segundos esconden información y dan a entender cosas que no son verdaderas. A raíz de ello, la lección era mostrar que ambos tipos de publicidad utilizan el engaño y la manipulación para vender sus productos. A pesar de que estos puedan contener ingredientes que no sean saludables o que no aporten un valor nutritivo adecuado para el consumidor. 

Comparto Clima

Otra actividad de la asociación para la feria de este año fue el taller participativo “Encuentro resiliente” realizado a través del proyecto Comparto Clima. Que tiene como objetivo principal identificar y promover estilos de vida adaptados al cambio climático en España. De la mano de Katia Sherer, la responsable de la investigación, el taller tiene como finalidad recoger los resultados en una guía. Para que las personas puedan adoptar con más facilidad un estilo de vida más resiliente.

La actividad comenzó con una ronda de “citas rápidas”, donde los asistentes debían presentarse entre ellos y comentar algunos aspectos relacionados con el taller. La segunda parte consistió en rellenar un formulario, de forma individual, sobre hábitos ecológicos que se desempeñan de forma cotidiana en diversos ámbitos. Finalmente, se compartieron las respuestas individuales para debatir las dificultades y las soluciones con las que se encontraron al realizar estas acciones. 

Expositor con productos de cosmética ecológica certificada [Fotografía], por BioCultura, Barcelona 2024.

BioCultura es un referente del sector, ya que su esencia ha permanecido la misma desde sus inicios. Gracias a las novedades del evento, los asistentes persisten en alcanzar un objetivo más ecológico y sostenible año tras año. Aun así, tanto el público como los vendedores creen que todavía queda mucho por hacer. Las principales dificultades son dar más visibilidad y concienciar a aquellas personas que todavía no forman parte de esta comunidad.