Los protocolos de calidad del aire en algunas grandes ciudades desaconsejan la actividad en el exterior cuando los índices de medición ponen los semáforos en ámbar. Si la luz pasa de amarillo a rojo, la polución puede causarnos —entre otras dolencias mucho más graves, sobre todo, a largo plazo— dolor de cabeza e irritación en los ojos, la nariz y la garganta. Pero estos mismos síntomas se pueden dar también por la contaminación en interiores. Una vez más, la naturaleza sale en nuestra ayuda: en este artículo te mostramos 10 plantas que mejoran la calidad del aire.
Pasar mucho tiempo en interiores mal ventilados puede acarrear algunos problemas de salud —como, por otro lado, ya se ha encargado de enseñarnos la pandemia—. Tanto en nuestras casas como en las oficinas, hay contaminantes ambientales que, junto a otros elementos, pueden ocasionar el Síndrome del Edificio Enfermo, según el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.
Estas partículas nocivas pueden tener orígenes muy diferentes: productos químicos —como el tóner de una impresora en la oficina o aerosoles en el hogar—; la propia presencia humana —por la concentración de dióxido de carbono—; la contaminación procedente del exterior; los materiales de construcción del edificio; los muebles, y un largo etcétera. En 1989 la NASA publicó una investigación sobre cómo ciertas plantas podían mejorar la calidad del aire en interiores. «Dado que la existencia del hombre en la Tierra depende de un sistema […] que comprende una compleja relación con las plantas y sus microorganismos relacionados, debería resultar obvio que cuando el ser humano trata de mantenerse lejos de este sistema ecológico en edificios cerrados, surgen problemas», sostiene el estudio.
En el trabajo inicial, la agencia analizó la capacidad de 12 plantas para absorber el benceno, xileno, amoníaco, tricloroetileno (TCE) y el formaldehído del aire. Aunque más tarde, amplió este estudio a otras plantas. Estas son las formas más habituales en las que se presentan estos tóxicos en nuestras casas:
- Benceno. Presente en el humo del tabaco, puede proceder de los materiales utilizados en la construcción, remodelación y decoración.
- Xileno. Pueden liberarlo algunos electrodomésticos y aerosoles.
- Amoníaco. En los productos de limpieza, como los limpiacristales o antigrasas.
- TCE. Lo encontramos en los tintes de la madera, barnices, lubricantes o ciertos limpiadores, entre otros.
- Formaldehído. Puede estar entre los componentes de los materiales de construcción, textiles, productos de belleza… Es el más habitual y puede resultar cancerígeno.
Estas son 10 opciones verdes que pueden ayudarnos a respirar mejor en nuestra casa o trabajo.
Espatifilo (Spathiphyllum)
Capaz de absorber los cinco contaminantes analizados por la NASA, así como la humedad del ambiente.
Es originaria de las selvas tropicales por lo que requiere un ambiente húmedo, una temperatura de entre 15 y 22 grados, bastante riego y luz solar indirecta.
Palmera de salón (Chamaedorea elegans)
Otra de las cuatro plantas que más mejoran la calidad del aire al reducir la presencia de todos los elementos tóxicos analizados.
Tiene su origen en Guatemala y México. Tremendamente resistente si no se la expone al sol directo, requiere un riego moderado.
Palmera china (Rhapis excelsa)
Absorbe los cinco tóxicos analizados en el estudio de la agencia espacial.
Originaria de Asia. Precisa de mucha luz y de un riego moderado.
Crisantemo (Chrysanthemum morifolium)
Reduce la presencia en el aire de los cinco elementos estudiados por la NASA.
Originaria de Asia, le gusta la luz, pero requiere un ambiente fresco. Aunque necesita tener el sustrato húmedo, no conviene encharcarla porque se le podrían pudrir las raíces. Se le caen las flores si se seca, y es difícil recuperarlas.
Hiedra (Hedera helix)
Absorbe el benceno, el xileno, el TCE y el formaldehído, aunque no el amoníaco.
Planta trepadora de hoja perenne procedente del centro de Europa. Precisa abundante luz indirecta. Regar cuando el sustrato esté seco.
Sansevieria (Dracaena trifasciata)
Eficaz contra el benceno, el xileno, el TCE y el formaldehído.
La sansevieria procede de África. Requiere de mucha luz y poca agua. No pulverizar.
Potos (Epipremnum aureum)
La investigación de la NASA concluye que es efectivo contra el benceno, el xileno y el formaldehído.
Planta trepadora, originaria de bosques tropicales, precisa mucha luz aunque no sol directo. Cuando precisa agua, avisa tumbando sus hojas.
Anturio (Anthurium andraeanum)
Absorbe el xileno, el formaldehído y el amoníaco.
Tiene su origen en la selva tropical colombiana, por lo que precisa un ambiente húmedo (es aconsejable pulverizarla a menudo) y rechaza el sol directo. Sin embargo, necesita mucha luz.
Gerbera (Gerbera jamesonii)
Reduce la concentración de benceno, TCE y formaldehído.
Planta africana que prefiere rincones bien ventilados e iluminados, pero sin luz directa. Resistente a las altas temperaturas, pero no a las heladas. Quiere humedad, por lo que es aconsejable un riego constante, aunque no abundante, en la época de floración. Evitar encharcamientos.
Aglaonema (Aglaonema modestum)
Cerramos nuestra lista de plantas que mejoran la calidad del aire con la aglaonema, que absorbe el benceno y el formaldehído del ambiente.
Originaria de las selvas de Asia. Precisa ambientes húmedos y no tolera el sol directo. No le gustan los ambientes fríos ni las corrientes de aire. Requiere riego habitual, pero no abundante. Cuando tiene exceso de agua, sus hojas lloran en un proceso llamado gutación.
