Filtros de agua: ¿sí o no? ¡Descubrámoslo juntos!
Un poco de historia:
Filtrar el agua antes de beberla no es una práctica reciente, todo lo contrario. La historia es rica en hallazgos que demuestran cómo los antiguos egipcios y griegos ya usaban tamices y otras herramientas para purificar el agua de granos de arena y otras partículas. Los filtros «modernos» para purificar el agua entraron en la civilización ya a principios del siglo XX.
Hace poco más de cien años, la mayoría de las familias tenían que sacar agua de un pozo y luego llevarla a casa. Fue un trabajo duro y agotador. Con la introducción del agua corriente del grifo de cada hogar, se creó de repente un acceso casi ilimitado al agua potable. El agua del grifo era en general conveniente, cómoda y segura.
En los últimos 40 años, el 40-50% de la población de los países más desarrollados ha sustituido el consumo de agua del grifo por agua embotellada. Cada día, 600 millones de familias en todo el mundo eligen agua embotellada en lugar de agua del grifo, volviendo efectivamente a la vieja costumbre de llevar agua por la casa. Todo esto sucede a pesar de que la calidad del agua del grifo en Europa y América del Norte ha mejorado en lugar de empeorar.
¿Por qué utilizar filtros de agua?
En el mundo occidental, cada vez son más los usuarios que deciden instalar un filtro de purificación de agua en casa. ¿Porque?
Seguramente la motivación más fuerte es la económica. De hecho, un filtro que puede hacernos consumir solo el agua del grifo nos ahorra una media de 280 euros al año respecto a la compra de botellas de agua mineral. El otro es un impulso ecológico, ya que sabemos que las botellas de plástico son catastróficas para nuestro medio ambiente.
Italia es el tercer país del mundo en consumo per cápita de agua embotellada. Esto indica nuestra tendencia a ser habituales, pero también a no explorar, quizás a menudo por pereza o falta de información, soluciones alternativas. La elección de un sistema de filtrado de agua asegura por un lado una fuerte reducción en el consumo de plástico y ahorros económicos, por otro lado es importante saber que la mayoría de los filtros no se pueden tirar en contenedores de reciclaje, se consideran residuos indiferenciados.
Por eso los filtros no son un sistema perfecto, hay que conocerlos y explorarlos, hay muchas variables. Sin embargo, cuando se compara tirar un par de cartuchos con los miles de millones de botellas de agua que tiramos cada año, los filtros son definitivamente una opción más ecológica.
¿Qué tipos de filtros de agua existen?
La purificación del agua es un proceso mediante el cual se eliminan del agua compuestos químicos no deseados, contaminantes biológicos, sólidos en suspensión y gases.
Este proceso hace que nuestra agua corriente (ya potable en sí misma a menos que se indique lo contrario) sea aún más segura para beber.
Los filtros que podemos elegir tienen diferentes características. Pueden ser jarras con filtro incorporado en el interior del que simplemente se puede verter el agua, dispositivos para «enganchar» cómodamente en nuestro grifo, o verdaderos sistemas de minipurificación.
Pero, ¿cuáles son las tecnologías y métodos de purificación más comunes? Veámoslos juntos:
- Carbón activado (generalmente en forma de carbón activado granular o bloques de carbón vegetal): este es el material más efectivo disponible en la actualidad, ya que elimina más de 70 contaminantes comunes y deja intactos los minerales esenciales.
- Ósmosis inversa (OI): muy eficaz para eliminar los contaminantes que el carbón activado no puede eliminar, pero también elimina el componente mineral del agua. El OI siempre se combina con carbón activado y en ocasiones también con otros tipos de filtros como el SI.
- Intercambio iónico (SI): Muy eficaz para reducir la dureza del agua. SI actúa sobre sustancias específicas en función de su carga iónica, dejando inalterados los minerales útiles o inocuos en la solución.
- Destilación: la destilación es probablemente el método más antiguo para purificar el agua. Inicialmente, el agua se lleva a ebullición. Posteriormente el vapor de agua llega a un condensador donde se enfría y regresa en forma líquida, para luego ser recolectado y almacenado. La mayoría de los contaminantes permanecen en el recipiente inicial. Sin embargo, el agua destilada generalmente tiene mal sabor.
- Filtros ultravioleta (UV): los filtros UV para agua eliminan eficazmente el 99,9% de los microorganismos. Sin embargo, no eliminan todos los demás contaminantes comunes, por lo que deben combinarse con carbón activado, por ejemplo.
Para quienes viven en Europa, Estados Unidos o Canadá, un filtro de carbón activado es en promedio más que suficiente para obtener un nivel de agua saludable, privada de metales pesados, químicos y microplásticos. Evidentemente, sin embargo, es recomendable informarse sobre las características del agua en su zona de residencia para tomar una decisión más prudente.
Eliminar el agua embotellada:
Lo más sorprendente, y que quizás muchos de nosotros desconozcamos, es que no existe evidencia científica que indique que el agua embotellada sea más saludable que el agua corriente.
La propia OMS ha indicado en sus directrices para el agua potable cómo garantizar que el agua limpia es un deber primordial de los municipios y las instituciones públicas.
Muchos de los Water Sommeliers más acreditados también argumentan que el agua embotellada (de plástico) puede ser dañina. Un estudio de cuatro años realizado por el Natural Resources Defense Council muestra que 1/3 del agua embotellada analizada contiene niveles de contaminación que exceden los límites permitidos. El agua embotellada también puede ser ligeramente ácida, lo que puede afectar el equilibrio del pH del cuerpo.
Un filtro de agua doméstico puede ser realmente una solución ecológica, también respaldada por el gobierno: durante todo el año 2021, quienes compren un purificador de agua tendrán la oportunidad de aprovechar una deducción de impuestos equivalente al 50% del monto gastado.
De hecho, la Ley de Presupuestos 2021 (Ley 178/2020) introduce un nuevo y concreto incentivo para los gastos relacionados con los sistemas de filtración, depuración y mineralización de agua, tanto para uso doméstico como comercial (bares, restaurantes, oficinas, etc.). La intención de la ley es proteger un bien cada vez más preciado como es el agua potable, evitando el desperdicio y al mismo tiempo reduciendo el enorme problema de contaminación por residuos plásticos.
Si esta elección te convence, ¡aprovéchala!