La Etiqueta Ecológica Europea es el sello de calidad ecológica de la Unión y se aplica a productos (excepto alimentos, bebidas y medicinas) y servicios de largo consumo caracterizados por su reducido impacto medioambiental a lo largo de su vida útil.
Permite al consumidor escoger con conocimiento de causa y decantarse por productos o servicios que respeten el medio ambiente a la vez que garantizan una prestación de calidad. Estamos hablando de una etiqueta, un sello de excelencia ambiental cuyo objetivo es fomentar la economía circular que genere menos residuos y CO2 durante el proceso de producción y alentar a las empresas a que desarrollen productos duraderos que sean fáciles de reparar y reciclar.
¿Cómo se obtiene la Etiqueta Ecológica?
La etiqueta ecológica quedó establecida en 1992 mediante el Reglamento nº 880/92 y actualmente se rige por el Reglamento (CE) nº 880/92 en vigor en los 28 países de la Unión Europea y los países pertenecientes al Espacio Económico Europeo – EEE (Noruega, Islandia, Liechtenstein).
Se trata de un instrumento voluntario, por lo que es el fabricante quien la solicita directamente. El organismo de certificación es una entidad pública independiente que evalúa las solicitudes en función de criterios ecológicos de carácter científico y válidos a nivel europeo..
El reconocimiento tiene una duración de tres años, y el proceso de certificación conlleva un coste para las empresas, aunque, para fomentar una aplicación a gran escala, el importe está regulado a nivel comunitario. Además, las pequeñas y medianas empresas gozan de notables facilidades.
¿En qué se basan los criterios ecológicos?
Los criterios se definen a partir de un análisis del ciclo de vida del producto desde su nacimiento hasta su muerte. El ciclo de vida comienza con la extracción o el cultivo de materias primas, como el algodón (para los textiles) o la madera (para los productos de papel). Continúa con la producción y el embalaje, la distribución, el uso y, por último, la fase final, cuando el producto se elimina o se recicla. Lo importante son las fases en las que el producto tiene un mayor impacto medioambiental, lo cual varía de unos a otros.
Entre los aspectos que se evalúan están las emisiones a la atmósfera, los vertidos al agua, el uso de productos químicos tóxicos, la producción de residuos, el consumo y las fuentes de energía, el gasto de agua, la seguridad ambiental, la contaminación acústica y la protección de la biodiversidad. Además, hay criterios relativos al rendimiento de los productos y, si fuera necesario, a los aspectos sociales y éticos.
¿A qué productos se aplica la Etiqueta Ecológica?
En la actualidad, se han definido los criterios ecológicos para 31 grupos de productos, de los cuales 29 son bienes y 2 son servicios.
En el catálogo de productos con Etiqueta Ecológicaencontramos, por ejemplo:
- Productos textiles y calzado
- Barnices de interior y exterior
- Muebles
- Lubricantes
- Productos de papel (papel higiénico, papel para copias etc)
- Productos de cuidado personal (jabones, champús y acondicionadores)
- Colchones
- Fertilizantes
- Equipamiento electrónico (ordenadores personales, ordenadores portátiles y tablets)
- Limpiadores multiusos y para uso sanitario
Mientras que los servicios que se regulan son los relacionados con el alojamiento turístico y el camping.
¿Cuántas empresas italianas están certificadas?
Según el segundo de la Etiqueta Ecológica Europea para el año 2021, actualmente hay 294 licencias en vigor en Italia, que abarcan un total de 13060 productos y servicios distribuidos en 18 grupos.
El grupo de productos con mayor número de licencias en Italia es el de alojamiento (57 licencias).
- Esto es especialmente significativo si se tiene en cuenta que la pandemia ha afectado significativamente al sector turístico y, en consecuencia, al número de Etiquetas Ecológicas Europeas concedidas.
A continuación tenemos los siguientes:
- servicios de limpieza de interiores (52 etiquetas)
- Papel tisú y productos de papel tisú (37 etiquetas)
La distribución geográfica también muestra un claro predominio de las expedidas en el norte (66,7%), seguido del centro de Italia, con un 19,4%, y por último el sur y las islas, con un 12,9% del total. Por el momento, son tres las etiquetas concedidas a empresas con sede en el extranjero (1%).
Las regiones italianas con el mayor número de etiquetas ecológicas son Lombardía (50), Emilia Romagna (40) y Piamonte (35).
¿Por qué escoger la Etiqueta Ecológica?
En conclusión, ¿por qué optar por los productos con Etiqueta Ecológica?
Simplemente porque, al hacerlo, elegimos de forma consciente contribuir a la protección del medio ambiente, ayudando a reducir el uso de sustancias peligrosas y los efectos de la producción.
Elegir una marca de excelencia medioambiental también nos permite reducir el consumo de energía y agua al tiempo que optimizamos el rendimiento, con el consiguiente ahorro en el producto final.