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Ecocidio: perchè renderlo un crimine internazionale

Ecocidio: ¿un crimen internacional?

Autore
Delia Carta

¿A qué nos referimos cuando hablamos de «ecocidio»? Este término, que literalmente significa «matar al medio ambiente», incluye delitos como la degradación de los océanos, la deforestación y la contaminación del suelo, el agua el aire. No obstante, hoy en día sólo unos pocos países (como Rusia, Armenia y Vietnam) sancionan este tipo de conducta. Hoy explicamos por qué es importante que se tipifique como un crimen internacional.

Ecocidio: perchè renderlo un crimine internazionale
Cartel de protesta en la marcha contra el cambio climático – EEUU

Qué es el ecocidio?

El ecocidio es un atentado contra el planeta y, por consiguiente, contra el propio ser humano. En diciembre de 2020, un comité de abogados de diferentes partes del mundo estableció una definición detallada:

La destrucción extensa o la pérdida de ecosistemas de un territorio concreto, normalmente deliberada y masiva, bien por medios humanos u otras causas.

El ecocidio es un atentado contra el planeta y, por consiguiente, contra el propio ser humano. En diciembre de 2020, un comité de abogados de diferentes partes del mundo estableció una definición detallada:

«La destrucción extensa o la pérdida de ecosistemas de un territorio concreto, normalmente deliberada y masiva, bien por medios humanos u otras causas».

El ecocidio tiene efectos negativos a varios niveles. Pero el daño no es sólo medioambiental. También puede ser cultural, psicológico y emocional, especialmente cuando la forma de vida de una comunidad está profundamente vinculada al ecosistema en cuestión.

El término «ecocidio» surgió en la década de 1970. Se registró por primera vez en la Conferencia sobre Guerra y Responsabilidad Nacional en Washington. Se acuñó para referirse a los efectos devastadores del uso del Agente Naranja por parte del ejército estadounidense en Vietnam.

Como bien sabemos, el mundo entero se enfrenta hoy a una emergencia climática. Sin embargo, solemos olvidar que en muchos países aún perviven prácticas que constituyen una amenaza para el planeta y sus habitantes. Además de la contaminación, los gobiernos locales siguen permitiendo actividades, como el acaparamiento de tierras y la explotación minera, que generan beneficios inmediatos pero devastan el territorio a largo plazo.

Lo mismo se aplica a la exportación de residuos (incluidos los residuos tóxicos) de los países industrializados a países en desarrollo, que, a cambio de financiación, convierten las ciudades y sus periferias en vertederos a cielo abierto.

Ecocidio: perchè renderlo un crimine internazionale
Vertedero a cielo abierto – Bangladesh

La destrucción del fondo oceánico a causa de ciertas formas de pesca industrial y los vertidos de petróleo (como el de Deepwater Horizon en 2010) también se consideran ecocidio. A ello hay que añadir la deforestación a gran escala de los bosques tropicales y las catástrofes nucleares, como las de Chernóbil y Fukushima, que «matan» a la naturaleza de forma deliberada.

¿Por qué debería ser un crimen internacional?

En 2017, se fundó una ONG medioambiental que lucha para que el ecocidio sea un crimen penado por ley. Esta organización es Stop Ecocide International (SEI), fruto del trabajo de una década de Jojo Mehta y Polly Higgins.

Su campaña de sensibilización mundial tiene como objetivo que se pueda condenar a las personas responsables de financiar los daños medioambientales, permitirlos o provocarlos. En lugar de limitarse a demandar o multar a las empresas, que el ecocidio fuera un crimen conllevaría su detención

«Make Ecocide a Crime» en Parliament Square, Agosto de 2020, Londres.

En la actualidad, la Corte Penal Internacional (CPI), que existe desde 2002, persigue los cuatro tipos de crimen más graves contra la comunidad internacional. Estos son genocidio, crímenes de lesa humanidad, crímenes de guerra y crímenes de agresión.

La CPI tiene competencia para procesar a ciudadanos residentes en los 123 países que han firmado su Estatuto. Imagina por un instante que el ecocidio pasara a ser el quinto de la lista. El efecto disuasorio sería enorme.

Philippe Sands, que dirigió el grupo de expertos que redactó la definición de ecocidio, explica: «Los otros cuatro crímenes se centran exclusivamente en el bienestar de los seres humanos. Este, por supuesto, también, pero introduce un nuevo enfoque no antropocéntrico. A saber, sitúa el medio ambiente en el centro del derecho internacional». Añade: «Para mí, lo más importante de esta iniciativa es que forma parte de ese proceso más amplio de cambio de la conciencia pública y reconoce que estamos vinculados con el medio ambiente».

Incendio forestal en Tasmania, Australia

Será un camino largo y difícil y no hay garantía de que se acepte la solicitud de @StopEcocide. Lo que es seguro es que contribuirá al debate sobre la idea de «ecocidio» y la responsabilidad directa de las personas en los desastres medioambientales.

Nos parece inmejorable la reflexión que hace al respecto George Monbiot, periodista de The Guardian:

[La criminalización del ecocidio] podría, si la apoyamos, lograr para toda la vida en la Tierra lo que la criminalización del genocidio ha logrado para las minorías vulnerables: brindar protección donde antes no había.