De todos nuestros cinco sentidos, el del olfato es el más poderoso. Los olores van directamente a nuestro sistema límbico en el cerebro y, por tanto, desencadenan ciertas emociones y sentimientos. Es decir, los perfumes enlazan directamente con los recuerdos. En el día a día los encontramos en los cosméticos, en los pañales y en nuestra rutina diaria de cuidado de la piel. Dado que los aromas están tan presentes en nuestra vida, es mejor dar un paso atrás y descubrir los verdaderos colores del perfume. Queremos profundizar en los perfumes naturales y sintéticos para ver cómo se fabrican y cómo afectan a nuestra salud y a nuestro planeta.
¿Los perfumes naturales son más seguros que los sintéticos?
Dediquemos unas palabras al adjetivo «natural» y a su definición. A veces preferimos un producto a otro sólo porque en la etiqueta se indica que procede de la naturaleza virgen, como los aceites esenciales y el extracto floral. Los aromas naturales son, en efecto, una combinación de ingredientes similares. Sin embargo, las empresas que afirman vender «productos 100% ecológicos» a menudo olvidan lo relativo que puede ser ese concepto. Es decir, nuestra comprensión de lo «orgánico» puede diferir de la de las empresas. De hecho, el término «ingredientes naturales» suele indicar elementos que conservan más del 50% de su composición natural tras ser procesados. Los fertilizantes y pesticidas también desempeñan un papel importante cuando se habla del cultivo de componentes orgánicos.
Por otro lado, los perfumes sintéticos se componen de una amplia gama de materiales artificiales. Los ingredientes utilizados proceden del petróleo o pueden empezar como naturales y ser modificados posteriormente. Una fragancia sintética puede no presentar ningún ingrediente natural o sólo una combinación de algunos.
El uso de perfumes sintéticos tiene muchas ventajas. De hecho, no son susceptibles a los cambios climáticos, por lo que las empresas siempre pueden recrearlas y venderlas. Además, los aromas sintéticos también consiguen notas que no se dan en la naturaleza.
Sin embargo, los perfumes naturales son famosos por cambiar de nota según la piel con la que entran en contacto. Esto añade valor al aroma, porque hace que el cliente se sienta único, una característica que los perfumes hechos por el hombre rara vez presentan. Al mismo tiempo, la falta de durabilidad de los aromas orgánicos sigue siendo un gran obstáculo que hay que superar.
Somos lo que respiramos
Aprender que la palabra «natural» no siempre significa seguro es sólo el comienzo de su viaje de dulces olores hacia una mejor comprensión de la industria de la belleza. En el día a día, los perfumes pueden ser fieles aliados para cubrir los olores desagradables, pero a la larga pueden convertirse en nuestra peor pesadilla. Aunque de forma diferente, tanto los perfumes artificiales como los naturales pueden ser peligrosos para nuestro planeta. Los primeros pueden incluir sustancias químicas que facilitan la absorción de elementos tóxicos por las plantas y los animales acuáticos. En cambio, el proceso de extracción de aromas de los árboles de los segundos es una de las principales causas de la deforestación. El proceso también podría incluir la extracción de aromas de los animales.
Mejor apestar que estornudar
Seguro que todos conocemos al menos a un amigo que resulta ser extremadamente sensible a los olores. Sin embargo, rara vez nos preguntamos por qué nuestro cuerpo reacciona a ellos de esa manera.
Muchos productos que utilizamos a diario, como los cosméticos y los limpiadores, contienen ingredientes que pueden provocar alergias tanto cutáneas como respiratorias. Podemos encontrar algunos de los elementos que desencadenan reacciones alérgicas tanto en los perfumes naturales como en los sintéticos. El extracto de lavanda (utilizado sobre todo para cubrir limpiadores con un olor fuerte y desagradable) es sólo uno de los muchos ingredientes que pueden desencadenar una reacción alérgica.
Estudios recientes también han enumerado algunas sustancias químicas nocivas que se pueden encontrar en las fragancias de cualquier tipo. Dos ejemplos principales son la benzofenona y el acetaldehído, sustancias químicas sospechosas de provocar cáncer.
Damos a los perfumes una tregua
Las investigaciones científicas podrían sacar a la luz una fea verdad sobre lo que realmente se esconde tras el término «perfume». Sin embargo, elegir un perfume que realmente le convenga y no afecte a su salud no es tan difícil. Puedes prevenir fácilmente cualquier tipo de daño teniendo más cuidado al comprar un perfume.
Aquí tienes 5 consejos y trucos que puedes tener en cuenta en tu próxima compra:
1. Sé consciente de tus alergias. Hablar con un experto puede ayudarle a descubrirlas para poder evitarlas después. Si tienes muchas alergias, un purificador de aire puede ser una solución para ti. En cuanto al cuidado de la piel, considera la posibilidad de elegir productos sin fragancias
2. No olvides que tanto las fragancias sintéticas como las naturales tienen características positivas y negativas. Es decir, que la elección de una de las dos depende de tus necesidades personales
3. Lea las etiquetas y evite los productos que no incluyen más información que «fragancia» en su lista de ingredientes
4. Reduce tu propio impacto medioambiental eligiendo comprar marcas sostenibles
5. Busca empresas que sean lo más claras y transparentes posible. Busca marcas y empresas que realmente eviten los productos químicos nocivos y se declaren veganas