la startup que es buena para el medio ambiente

Ethique: la startup que es buena para el medio ambiente

Traduttore
Sara Bargiacchi

La historia de la marca:

Ethique: la startup que es buena para el medio ambiente se fundó en 2012 en Nueva Zelanda, cuando Brianne se apasionó por la química cosmética y empezó a crear productos de baño en su casa. Con este proyecto, Brianne ha conseguido reducir radicalmente la cantidad de plástico en los productos cosméticos.

Al poco tiempo Brianne ha construido su propio sitio web para poner sus productos en línea, el éxito ha sido inmediato.

El Crowdfunding

En 2015 Brianne recaudó una importante cantidad de dinero a través de PledgeMe, una plataforma de crowdfunding; ofreciendo acciones de la empresa para financiar su crecimiento. Al hablar de ello, Brianne dijo:

“El crowdfunding no es para todo el mundo, hay que tener una marca fuerte que sea reconocible y querida por la gente de modo que quieran apoyarla, pero si se utiliza de la manera correcta es una forma fantástica de recaudar dinero. En 2015 nos acercamos al equity crowdfunding por primera vez, recaudando dinero a través de PledgeMe y en menos de 10 días conseguimos 200.000 dólares de 152 personas de toda Nueva Zelanda.”

“Puede ser estresante pedir públicamente a la gente que apoye tu sueño, pero al mismo tiempo es algo maravilloso porque de vez en cuando recibes correos electrónicos que te avisan de que alguien acaba de donar 30.000 dólares a tu causa. En definitiva, intenten pensar en una mejor redacción para un correo electrónico.”

Sin embargo, la iniciativa ha dado sus frutos, ya que la empresa fue galardonada con el premio “the Best in B” como la empresa más consciente de la sostenibilidad en Nueva Zelanda.

Ethique: los productos de la startup que es buena para el medio ambiente

Éxito en el extranjero

Al año siguiente, en 2016, algunos periódicos empezaron a hablar de la marca llevando su éxito también al extranjero. Al cabo de un tiempo Forbes escribe sobre la startup que es buena para el medio ambiente, pero la verdadera popularidad llega cuando un periodista del Huffington Post, fascinado por Ethique, decide escribir sobre la marca y con sus 200 millones de visitantes los pedidos explotan.

Con el creciente éxito, Brianne contrató empleados y se trasladó a un pequeño taller donde empezó a producir cien piezas de champú sólido al día. Las condiciones no eran ideales, pero todo fue posible gracias a los inversores que creyeron en el potencial de la marca.

En ese momento Ethique empezó a vender en Estados Unidos, hoy la marca es una de las más populares y su champú es el más vendido en Amazon. Ahora la marca está en más de 2.500 minoristas y en 16 países de todo el mundo; desde Japón hasta Australia, pasando por Hong Kong y Vanutau.

En 2017, Ethique volvió a recurrir a PledgeMe y recaudó medio millón de dólares en menos de 90 minutos. Brianne declaró:

“Fue realmente increíble. Durante la recaudación de fondos estuve en un evento con 2000 personas y entre el público algunas personas me hablaban de la cuota creciente. Ahora tenemos más de 350 inversores y mi sueño es que todos ellos puedan pagar su hipoteca gracias al éxito de Ethique.”

Los Ingredientes:

“Creemos que si apoyamos directamente a los agricultores y productores y les pagamos un precio justo, no sólo obtendremos un producto mejor, sino que también ayudaremos a proteger su entorno”; esto es lo que dijo la fundadora y directora general de Ethique, comentando el origen de sus ingredientes.

Women in Business Development, proveedor de aceite de coco de la marca, es una prueba del beneficio de las relaciones comerciales directas. Este grupo de mujeres se dedica a mejorar la vida de los samoanos fortaleciendo las economías de las aldeas, promoviendo el comercio justo e introduciendo nuevas tecnologías.

Uno de los puntos fuertes de la marca es también el uso de agua. Cualquier champú de supermercado tiene un 70% de agua mientras que los champús sólidos de Ethique sólo tienen un 1% de agua.

Además, todos los ingredientes utilizados son cruelty free, veganos, sin aceite de palma, de origen ético y respetuosos con el medio ambiente. Por lo que la startup es buena para el medio ambiente.

Ethique: Plastic free packaging

Un business plastic free

Desde luego, los envases sin plástico y un rápido crecimiento como el de Ethique han supuesto un gran reto.

La logística es un gran reto, como el uso de plásticos parece casi imprescindible en la mayoría de los sistemas de almacenamiento. Pero hemos demostrado que no lo es.

“Al principio consulté a 4 proveedores y todos me dijeron que lo que quería no iba a funcionar. Las cajas se rompían en la estantería o durante el envío, y además no había continuidad. Estaba claro que no entendían nuestra necesidad de cajas sin revestimientos laminados ni cloros y no estaban dispuestos a experimentar. Ahora trabajamos con dos proveedores de Nueva Zelanda que están superando nuestras expectativas.”

Jabones sólidos, ¿qué hay detrás de ellos?

La formulación es la parte más difícil, ya que creamos desde cero productos que no existen en el mercado.

“Yo hago la formulación inicial, pero tengo un gran equipo de químicos e ingenieros a mi lado. Inventaron nuevas máquinas y experimentaron con los procesos para estar a la altura de las exigencias, que fueron especialmente difíciles durante los periodos de gran crecimiento”.

En 2012 Ethique creó Mintsay, un producto sólido, para ofrecer una alternativa a los 80.000 millones de productos que se venden anualmente en envases de plástico. Actualmente, la startup cuenta con la certificación BCorp, además de ser cruelty free y climate neutral, y dona el 2% de sus ingresos a organizaciones benéficas.

Los productos de la marca han crecido con los años. Ahora también están presentes en el mundo del cuidado de la piel, del hogar y de las mascotas. Sin embargo, el objetivo de cada producto individual sigue siendo reducir la cantidad de envases de plástico en circulación.

Ethique: Jabones sólidos

Proyectos futuros

Gracias al “Super Soap Project”, desde abril de 2020 se han donado más de 10.000 jabones sólidos a comunidades vulnerables de Nueva Zelanda y del Pacífico Sur. En un mes, la empresa ha donado 26.700 jabones y ha ayudado a luchar contra la propagación del COVID-19, confirmando que es una startup buena para el medio ambiente.

Además, Ethique, en colaboración con Offset Earth, un proveedor de certificados de consumo de carbono justo, dona 1 árbol por cada pedido realizado. Hasta la fecha, los clientes han alcanzado la cifra de más de 8.759 árboles plantados.

El objetivo principal para el futuro sigue siendo salvar al mundo del plástico buscando siempre nuevas formas de tener un mayor impacto. Algunos objetivos para hacer del mundo un lugar más sostenible son: evitar la producción de 50 millones de envases de plástico de aquí a 2025, poner en marcha el proyecto “Super Soap”.