Los cosméticos veganos y de origen natural de APoEM aportan bienestar a la mente y al cuerpo con profunda transparencia
La marca APoEM se inspira en el deseo de ser una herramienta de concienciación a nivel personal. El objetivo es ayudar a las personas a reconectar con su interior y sus sueños para recuperar el bienestar de la mente y del cuerpo.
La combinación perfecta
Los productos creados en los laboratorios de la empresa representan una sofisticada combinación de Aromaterapia Quimiotipada y Fitoterapia Bio-Plasma.
La primera de estas prácticas consiste en delicados equilibrios, procesos moleculares y efectos bioquímicos. En este proceso se utilizan aceites esenciales que, con sus principios activos, producen resultados positivos en el cuerpo y en la mente.
La segunda, en cambio, consiste en el uso de hierbas para el tratamiento de enfermedades o para mantener el bienestar del cuerpo.
A partir de la combinación de ambos, se desarrolla el concepto de cosméticos limpios y seguros. El objetivo es reconectar a las personas con los recuerdos felices a través del bienestar de la mente y del cuerpo.
El camino hacia el bienestar de la mente y del cuerpo
Según la ciencia, la aromaterapia está directamente relacionada con la producción de endorfinas. Esto afecta y mejora el estrés y la depresión para devolver el equilibrio al cuerpo y a la mente. Precisamente, este tipo de enfoque implica una identificación química específica de un organismo. Por lo tanto, es imprescindible para la curación identificar el contenido químico real del producto. Los aceites esenciales quimiotipados de la empresa son capaces de aumentar el grado terapéutico y proporcionar una estimulación psico-neurosensorial óptima.
A continuación, APoEM trabaja en la mejora del estado de la piel mediante hierbas mediterráneas y extractos botánicos unidos a aceites esenciales a través de la fitoterapia bioplástica. La técnica utiliza un caldo bioactivo al que se añaden metabolitos secundarios procedentes del cultivo de células vegetales. Esto significa que procede de una lenta transformación natural en la que las células vegetales producen micro-sustancias, como las vitaminas, mediante estímulos controlados. Además, son catalizadores que potencian su protección, fortalecimiento y reparación.
Naturalidad en las formulas
La filosofía de la marca y del equipo creativo es un pensamiento sencillo, realista y concreto: todo el mundo es materia, células, partículas y átomos. Como consecuencia directa, la química ocupa un lugar destacado en el desarrollo natural de los productos.
Los aromas y las sustancias aterciopeladas se proponen como el vínculo entre la tierra y la esencia interior, aportando nueva energía. El proceso sigue algunos puntos destacados que comienzan con la nariz que afina los diferentes olores, el paladar que aprende y los ojos que ven y comprenden.
APoEM, además de basarse en los componentes del mundo que nos rodea, se enriquece con mucho amor. Esto se puede ver en la forma en que se describe a Paola, conocida en el sector por ser una experta en formulaciones e ingredientes activos libres de tóxicos. Sus colaboradores afirman que tiene “un toque mágico en la formulación de sus productos”.
Teniendo esto en cuenta, la marca ha identificado las diferencias y necesidades específicas de todas las pieles.
Los orígenes del bienestar de la mente y del cuerpo
La elección de los aceites esenciales y de todos los aromas recae en los recuerdos de una infancia en Sicilia y de veranos inocentes. Luego añadimos la tierra de la Toscana, su cocina y sus afectos para acompañar el amanecer y el atardecer entre muchos olores. Esta es la historia y la vida de Paola; un origen sincero y sentimental.
Una selección precisa de hierbas, como el romero y la avena; remedios naturales para curar los padecimientos del pasado. Un jardín detrás de la casa que inspiró la elección de traer estas antiguas artes en la cosmética; el de Paola.
Transparencia e intercambio
La información sobre los productos es uno de los elementos más valiosos para los consumidores. Por lo tanto, la empresa comunica todo hasta el porcentaje exacto de naturalidad de cada producto. La base para mostrar estos datos es un criterio unificado de lo que se define como natural y lo que no (ISO16128).
La principal característica que se desprende del deseo de compartir es traer recuerdos con la memoria olfativa. Paola Gugliotta comenta: “Cuando creo y utilizo los productos de APoEM, vuelvo a conectar con mis recuerdos felices que me hacen recordar mi infancia y esto se convierte en un recordatorio para apreciar cada bonito detalle.
Sólo cuando me siento completa, agradecida y presente soy capaz de compartir ese amor conmigo misma y con los demás. Esta es mi herramienta personal de conciencia plena para transformar mis hábitos. Lo simplifico en tres palabras esenciales: sí, gracias, amor”.
Valores e ideales
Una forma bien definida de diseñar y desarrollar productos; no hay ingredientes de origen animal. Por ello, las creaciones también son aptas para personas veganas.
Para los derivados del petróleo, los tintes o fragancias artificiales, los sulfatos, los liberadores de formaldehído, los parabenos, las siliconas, los subproductos tóxicos, los ingredientes etoxilados y los filtros UV se aplica una regla. Están prohibidos.
APoEM también sigue las disposiciones de los ensayos con animales como norma legislativa, pero evita los ensayos en seres humanos sin capacidad de decisión, como los niños. Un elemento fundamental es la divulgación del % real de naturalidad, con la garantía de que al menos el 99% de los ingredientes presentes en los productos son naturales. Se reserva ese 1% sólo para las sustancias que siguen siendo naturales pero que afectarían al medio ambiente de forma catastrófica. La producción en frío para ahorrar energía y los ingredientes seguros con poco impacto medioambiental son las claves del desarrollo de la marca.
En conclusión, APoEM fusiona el estudio y el refinamiento de los materiales para ofrecer un producto auténtico y seguro, con imaginación y recuerdos. El trabajo se basa en la memoria olfativa y en cómo transferir el bienestar de la mente y del cuerpo. Al fin y al cabo, la clave es soñar.
