Uno de los espectáculos más hermosos que puede observar el hombre es el mar y sus maravillas. Tanto es así que, en 2019, el color Pantone más de moda fue Living Coral, dedicado a la vida bajo la superficie. Desafortunadamente, esto no fue pura casualidad, de hecho, fue una señal de alarma, ya que el coral es una especie en peligro de extinción. Una de las amenazas más graves proviene especialmente de quienes van a la playa para disfrutar de su belleza. Es por ello que en este artículo te diremos como proteger la piel en modo ecosostenible.
Como siempre nos han dicho desde que éramos niños, rociarnos con bloqueador solar es vital para proteger nuestra piel. Pero es igualmente fundamental preservar el medio ambiente; de hecho, uno de los agentes más dañinos para el mar y sus criaturas, la oxibenzona o BP-3, está contenido en más de 3500 productos solares.
Una noticia verdaderamente alarmante proviene de un estudio realizado por Craig Downs; un biólogo marino, quien afirma que los protectores solares son uno de los componentes principales para la destrucción del medio ambiente de los arrecifes de coral en el área del Caribe. Se puede encontrar evidencia del alto riesgo observando que en esta zona se ha detectado un alto porcentaje de BP-3 en lugares destinados al turismo. Desafortunadamente, esta no es la única área afectada; el Mar Rojo está en la misma lista y es posible pensar que la región del Indo-Pacífico también se ve afectada por el mismo problema.
Además, las cifras de la cantidad de productos solares vertidos en los arrecifes de coral son preocupantes, afectando a alrededor del 10%. Las cifras, según una estimación, fluctúan entre 6 y 14 mil toneladas anuales.
¿Qué causa el daño al medio ambiente?
Las últimas investigaciones muestran que la oxibenzona, la enzima, el amiloxato y el octisalato; contenidos en los productos cosméticos (especialmente las cremas solares) son los principales agentes peligrosos para el medio marino. Los mismos producen el llamado fenómeno de biomagnificación; es una acumulación de estas sustancias en corales, moluscos, algas, crustáceos y erizos de mar, que, como consecuencia directa, también afecta a otros organismos que se encuentran más arriba en la cadena alimentaria.
Otro gran enemigo lo representan los microplásticos, específicamente para los protectores solares el problema son las bacterias, que pueden aprisionar o asfixiar a los pequeños organismos que se ocupan de la eliminación de sustancias tóxicas en el mar.
Los efectos del protector solar en el medio ambiente.
Un estudio publicado en Archives of Environmental Contamination and Toxicology en 2016 muestra cómo las sustancias nocivas en los protectores solares dañan la reproducción y el crecimiento de los corales y eventualmente conducen a la decoloración. Específicamente, la oxibenzona interviene en las planulas; estas son pequeñas larvas planctónicas, que darán origen al coral real. Su ADN y su sistema endocrino se ven comprometidos, desencadenando resultados como el nacimiento de plánulas deformadas que quedan prisioneras del exoesqueleto y no pueden dar vida a una nueva colonia.
Una cantidad insignificante, como 62 partes por billón de oxibenzona, es suficiente para causar un daño enorme. ¿En breves palabras? Una gota en seis piscinas olímpicas.
Como ha dicho el propio Craig Downs; «Aunque la contaminación es una de las principales causas de la degradación de los corales y es el factor más fácil de mantener bajo control, la oxibenzona como causa se ha ignorado en gran medida». Desafortunadamente, sus rastros pueden ayudar a la proliferación de infecciones virales en los corales y dar lugar a «arrecifes zombis«, un coral sano para la vista pero estéril y muerto.
No menos relevante es el hecho de que la oxibenzona reacciona con el cloro para generar subproductos nocivos, que se acumulan en las plantas de tratamiento de aguas residuales. En los humanos, esto puede causar reacciones alérgicas por foto-contacto y contacto.
Soluciones
Se han tomado acciones importantes para resolver y contener el problema. En 2018 el presidente de Palau, Tommy E. Remengesau Jr, firmó la Ley de Educación en Turismo Responsable. Esta ley, entre los compromisos más significativos; prohíbe los protectores solares dañinos para el arrecife de coral, que ya no están disponibles en el estado federal del Pacífico.
Se han introducido alternativas ecológicas para reemplazarlos, así como se han propuesto soluciones reciclables a las herramientas de plástico o poliestireno. Además, se han tomado severas medidas disciplinarias para quienes ingresan a Palau con cremas no autorizadas; confiscación inmediata de productos y multas de hasta $ 1,000. En declaraciones al Parlamento, Remengesau justificó así las medidas; «El poder de confiscar los protectores solares debería ser suficiente para desalentar su uso no comercial, y estas disposiciones logran un equilibrio inteligente entre educar a los turistas y su miedo«.
Hubo más declaraciones de la oficina del presidente, señalando que “Los químicos que se encuentran en la mayoría de los protectores solares son tóxicos para los corales, incluso en dosis mínimas. En general, los sitios de buceo de Palau albergan alrededor de cuatro barcos por hora llenos de turistas, lo que ha generado preocupaciones sobre la acumulación de productos químicos que podrían hacer que los arrecifes lleguen al punto de no retorno. En un día cualquiera, equivale a litros de protector solar que terminan en el océano en los lugares de buceo y esnórquel más famosos de Palau. Solo estamos viendo qué podemos hacer para evitar que la contaminación ingrese al medio ambiente «.
Además, el biólogo Downs apoya firmemente la idea de que otros países sigan a Palau; «Es el primer país en prohibir estos químicos en el turismo, creo que es genial, que son proactivos. No quieren ser como Tailandia, Filipinas e Indonesia, donde tuvieron que cerrar las playas porque los arrecifes de coral alrededor de esas playas han muerto. Hay numerosos artículos científicos que apuntan a un vínculo entre los productos químicos de protección solar y la degradación de los arrecifes de coral. Lo que estamos diciendo es que donde hay muchos turistas entrando al agua, la contaminación de la protección solar puede tener un efecto perjudicial en los arrecifes de coral cercanos, hasta a 5 kilómetros de distancia «.
Nuevas Fórmulas
Sin embargo, son posibles otras soluciones, además de las legislativas; las empresas cosméticas, de hecho, han comenzado a crear nuevas fórmulas, tanto de aceites como de cremas solares, para hacerlas eco-sostenibles; el enfoque también se aplicó a envases e ingredientes biodegradables, orgánicos y naturales. Algunos ejemplos son nuevas marcas como MyKai, nacida de una colaboración entre Unilever y Bio-on con el objetivo de producir cosméticos Ocean Friendly. La línea cosmética se introdujo en el mercado una innovadora propuesta de productos solares eco-sostenibles, libres de microplásticos a los que se añade un filtro; presente en la fórmula, a base de filtros 100% minerales y un aumento del Spf (Factor de Protección Solar). Esta peculiaridad es el resultado de la tecnología patentada de Bio-on en el universo de los biopolímeros; todos 100% naturales, biocompatibles, biodegradables, con la garantía del certificado Cosmos and Natrue y libre de OMG.
Otras marcas como Comfort Zone (del grupo Davines) han creado cremas solares para rostro y cuerpo utilizando nuevos filtros Uva / Uvb de última generación. Por otra parte Avène reorganizó la estructura de sus fórmulas para utilizar solo cuatro protectores solares; esto también contribuyó a mejorar la biodegradabilidad de la propia solución.
Biotherm ha optado en cambio por la creación de una solución 99% biodegradable como base y una fragancia 95% biodegradable con su propuesta Waterlove Sun Mist. Marcas como La Roche Posay han creado filtros orgánicos que evitan comprometer la fotosíntesis de las microalgas y no hacen que los corales se decoloren. Para concluir, Nivea prefirió optar por un producto concentrado en ingredientes naturales como el aceite de girasol y aguacate orgánico y libre de ingredientes como la oxibenzona.
La elección de cosméticos orgánicos y eco-sostenibles, que no contienen oxibenzona, enzacameno, amiloxato ni octisalato y, por lo tanto, tienen un impacto reducido en el medio ambiente, le permite limitar el daño sin sacrificar su propia protección y es sin duda un primer paso importante para participar en esta lucha por la salvación del mar. Para proteger la piel en modo ecosostenible, siempre debemos leer el INCI en el empaque y evitar, en particular, los ingredientes anteriores. El factor más importante para esta cosmética es la elección de las materias primas para los diferentes productos y el cuidado de los envases gracias a la atención a la reciclabilidad, a la que siempre debemos prestar especial atención.
