Seguimos explorando los estudios de diseño dedicados a promover un enfoque sostenible de la construcción. Nos centraremos en el think tank de biólogos, diseñadores y científicos sociales y medioambientales ahora conocido por el acrónimo PNAT (Project Nature). Probablemente baste con mencionar el nombre del cofundador Stefano Mancuso desde el principio para darse cuenta de la relevancia que se ha ganado esta organización a nivel internacional. De hecho, es un científico y profesor autorizado, que también fue nombrado por The New Yorker como uno de los principales “world changers” en 2013. Pero, en realidad, además de la excelente trayectoria de su equipo multidisciplinar, es la sinergia de competencias, estudios, pasiones, visiones e intenciones lo que constituye el verdadero motor de PNAT: biofilia e innovación en el diseño son, por tanto, las palabras clave a través de las cuales lo vivimos aquí.
Ante todo, es importante aclarar que PNAT es líder en el campo del diseño sostenible. Cuenta con numerosos premios internacionales y ayudas económicas para apoyar la producción competitiva de soluciones innovadoras. Entre ellos, el premio Compasso d’Oro obtenido en 2018 y la subvención Brevetti+ del FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional) de este año.
¿En qué consiste PNAT y cuál es la visión que impulsa ese compromiso con la investigación y la innovación en materia de sostenibilidad medioambiental?
Fundada como empresa derivada de la Universidad de Florencia, PNAT es un estudio de investigación, experimentación y diseño que, basándose en los logros del Laboratorio Internacional de Neurobiología Vegetal (LINV), desarrolla estrategias creativas a través de descubrimientos científicos. Como ya se ha mencionado, el grupo de científicos y diseñadores de plantas está dirigido por Stefano Mancuso, director del LINV, también conocido como autor de “Verde Brillante”. Con él, de hecho, tres agrónomas/botánicos, Elisa Azzarello, Elisa Masi y Camilla Pandolfi, construyen escenarios innovadores utilizando las plantas como principales aliadas en la reconversión de entornos contaminados. Junto a ellos, los arquitectos de Studiomobile Cristiana Favretto y Antonio Girardi.
PNAT desarrolla estrategias de innovación tecnológica sobre la base de una investigación profunda y de vanguardia sobre el comportamiento de las plantas. Así, tomando como referencia principal los sistemas vegetales, elevan las plantas al fulcro tecnológico de las soluciones de diseño con las que avanzan en el campo de la innovación. Por eso, combinando el funcionamiento de los asentamientos urbanos con los complejos sistemas naturales, PNAT apuesta por integrar biofilia, sostenibilidad, reutilización, impacto cero y flexibilidad en el entorno construido.
El objetivo es fomentar las relaciones sinérgicas entre el entorno natural y el artificial. Introducir plantas en las ciudades, los hogares y los lugares de trabajo es la forma en que intentamos hacer más sostenible nuestro estilo de vida. No cabe duda de que las plantas mejoran la calidad del espacio, el clima y la atmósfera. Recuperar una relación de cooperación con el mundo vegetal, integrándolo en la vida cotidiana, es por tanto la misión de este estudio-taller.
Y, en la práctica, ¿cómo explica Pnat su enfoque?
La imitación y el estudio de los procesos biológicos para obtener ejemplos eficientes de economía de recursos es para PNAT sólo el punto de partida para enfrentar el rápido deterioro ambiental. Prestación de servicios de consultoría a instituciones públicas y privadas; planificación y ejecución de soluciones de proyectos a pequeña y gran escala; desarrollo de itinerarios educativos y curatoriales: así PNAT concreta su compromiso con la sostenibilidad. Para ello, el entorno urbano es su principal campo de intervención. Convencidos de que las ciudades son el entorno preferido para el desarrollo de nuestra especie, quieren rehabilitarlas con plantas. Esta es la única manera de promover el florecimiento humano en el entorno urbano.
En concreto, PNAT cree que la agricultura urbana puede activar procesos de autosustentación y agregación dentro de las comunidades urbanas. También identifica la Agricultura Urbana como una de las principales áreas de investigación y aplicación. Ante la cada vez más escasa disponibilidad de suelo, energía y agua, sus proyectos proponen nuevos modelos de abastecimiento que acortan las cadenas de suministro y reducen las vulnerabilidades locales. Acceso a alimentos saludables, reducción de las distancias de distribución y mayor seguridad alimentaria son, pues, las piedras angulares de la nueva visión de las ciudades que propone PNAT.
Además, mediante el desarrollo de herramientas y métodos para recopilar información sobre la salud de las ciudades a través de las plantas, PNAT pretende facilitar la vida en las Ciudades Inteligentes a través del intercambio eficiente, inclusivo y sostenible de datos útiles para la habitabilidad. Aparentemente, cada árbol puede funcionar como un nudo de una red que proporciona a las administraciones públicas datos fiables para orientar las intervenciones públicas, aborda las políticas medioambientales y elabora evaluaciones de los beneficios de la ecologización.
Pero, ¿hay alguna forma de integrar el mundo vegetal en el entorno de la construcción privada, además del contexto urbano?
«¡Por supuesto!», respondemos, consultando la página web del PNAT. Por ejemplo, mediante la adopción de tecnologías de fitodepuración, pueden aumentar la capacidad natural de las plantas para interceptar, absorber y degradar los contaminantes. Esto les permite purificar y regenerar la tierra en la que luego pueden construir. Pero más cerca de nosotros está el compromiso del PNAT de abordar el problema crítico de la contaminación atmosférica. Como se encarga de señalar, esto no sólo afecta a los espacios exteriores. Por eso aplican la tecnología de las plantas a la innovación de los sistemas de ventilación y purificación del aire. Las plantas interceptan los contaminantes del aire y los incorporan a su biomasa. Las raíces y las hojas funcionan como filtros de gran eficacia, sin límites en su vida útil ni necesidad de sustitución.
Así promueven un enfoque basado en el reciclaje, la filtración botánica y el control continuo de la concentración de contaminantes del aire. Porque desde el sistema industrial hasta la vida cotidiana, toda actividad humana es una fuente de contaminación. De hecho, según la Unión Europea, “la contaminación atmosférica sigue siendo el problema de salud ambiental más grave en Europa”. Y el aire del interior de los edificios, no lo olvidemos, suele estar más contaminado que el del exterior.
Siguiendo con la contaminación atmosférica, ¿cómo ha recurrido PNAT a la tecnología vegetal para mejorar la salud ambiental?
Un proyecto emblemático es, sin duda, la Fábrica del Aire construida para UniCoop en la tienda Novoli. El feliz resultado de una larga investigación sobre los sistemas de filtración botánica, que se presentan como una alternativa sostenible y eficiente para purificar el aire en el interior de los edificios comerciales, se puso en marcha, por primera vez, en noviembre de 2019. Como su nombre indica, la Fábrica de Aire es un modelo de filtración botánica que purifica el aire interior sin tomarlo del exterior del edificio. Es prácticamente una especie de invernadero, pero equipado con Stomata™, un innovador filtro botánico patentado por la propia PNAT. Resumiendo, proporciona aire puro a una temperatura agradable. Además, garantiza un considerable ahorro energético y económico, reduciendo tanto los costes de funcionamiento como los de mantenimiento.
En los sistemas tradicionales de depuración, el filtrado y el calentamiento del aire introducido desde el exterior es una actividad especialmente costosa. Sobre todo si se tiene en cuenta que los lugares con gran afluencia de personas requieren normalmente un intercambio constante de volúmenes de aire. En cambio, el filtro botánico garantiza un alto rendimiento de depuración sin necesidad de sustituir o eliminar piezas. No tiene límites de durabilidad y el mantenimiento de todo el sistema es fácil y barato. Así, utilizando la capacidad de las plantas para degradar los agentes atmosféricos, la Fábrica del Aire ha introducido al público los beneficios psicofísicos de las plantas.
Pero la UniCoop no es el único caso. En diciembre de 2020, la marca de moda ESEMPLARE adoptó el sistema Air Factory en su primera tienda insignia. No por casualidad, se encuentra dentro de Green Pea en Turín, el primer Green Retail Park dedicado al tema de la Sostenibilidad.
Y a escala doméstica o privada, ¿qué forma tendría ese sistema?
No hace falta recurrir al condicional para contestar. Ya en 2012, Pnat lanzó Re Watering, un sistema de cultivo de plantas en interior que reduce el consumo de espacio y agua. Compuesto por tres óvulos y una columna de cerámica, es un objeto que garantiza el reciclaje continuo del agua. Está equipado con un sistema de cultivo hidropónico que purifica el aire gracias al proceso fotosintético de las plantas y a su capacidad de absorber los contaminantes del aire. Al no necesitar pesticidas ni herbicidas, favorece el bienestar de las personas y las plantas. El ruido blanco producido por el agua que fluye lo convierte en una herramienta ideal para crear ambientes relajantes para el estudio y el trabajo.
Dicho esto, no cabe duda del alcance revolucionario de las soluciones tecnológicas introducidas por PNAT. Igual que la eficacia de sus sistemas de depuración de aire, suelo y agua, que están diseñados para limpiar y mejorar las condiciones ambientales. Sólo queda profundizar en sus numerosos proyectos y esperar la realización de los que están en marcha. Entre ellos, recomendamos estar atentos al nuevo proyecto piloto Prato Urban Jungle. Se llama FarmPark y consta de un invernadero urbano de alto rendimiento para la producción de hortalizas de 0 km; una zona de restauración; un espacio dedicado a eventos musicales o cinematográficos y un parque infantil.