Jason deCaires Taylor crea dinámicas instalaciones escultóricas en el fondo del mar para promover la conservación de los océanos y hacer frente a los peligros del cambio climático. Trabajando en hormigón marino. Combina las tradiciones del Land Art con la sensibilidad del arte callejero, produciendo esculturas submarinas siempre cambiantes llenas de sorpresa, compasión e ingenio.
Taylor también es reconocido por crear escenas submarinas inquietantes y enigmáticas, que a menudo representan la cotidianidad de la vida en tierra firme transportada a un nuevo entorno fascinante. En lugar del proceso entrópico típicamente asociado a las tendencias corrosivas del océano, sus esculturas submarinas animan a los organismos a crecer y afectar a las superficies de su creación. A menudo se les asocia con la relación de la humanidad con el mundo natural y la necesidad de conservación, decadencia y renacimiento.
Un museo de esculturas submarinas, repleto de vida
El océano es su espacio de trabajo, lleva más de 16 años trabajando en estas esculturas submarinas. Algunas de sus instalaciones también se encuentran sobre el nivel del mar, pero su principal idea es crear un museo submarino que con el tiempo se convierta en arrecifes artificiales.
Se denomina museo por una sencilla razón. Todos los días contaminamos y pescamos en exceso nuestros océanos, mientras que los museos son lugares de preservación, de conservación y de educación. Son lugares donde guardamos objetos que tienen un gran valor para nosotros. Nuestros océanos son sagrados.
Jason deCaires Taylor
Parque de esculturas submarinas de Molinere
El Parque de Esculturas Submarinas de la Bahía de Molinere fue el primero de los jardines submarinos de Jason deCaires Taylor. Fue ampliamente aclamado como el primero de su clase. El lugar figura ahora como una de las 25 maravillas del mundo de National Geographic.
Las 75 obras cubren una superficie de 800 metros cuadrados y están situadas en una serie de manchas de arena y barrancos entre formaciones rocosas naturales. A profundidades de entre 5 y 8 metros, se puede acceder a ellas mediante buceo, snorkel y barcos con fondo de cristal, con salidas desde la capital, St. Georges, y desde Grand Anse, ambas a un corto trayecto en barco.
La bahía de Molinere sufrió considerables daños por la tormenta del huracán Iván en el 2004 y la existencia de estas estructuras artificiales ha proporcionado una nueva base para que prolifere la vida marina. Un cemento de larga duración y pH neutro ofrece una plataforma estable y permanente que está texturizada para permitir que los pólipos de coral se adhieran a las esculturas.
Vicisitudes
Una de las obras que se encuentran en este jardín de esculturas es Vicisitudes, representa un círculo de figuras, todas ellas unidas por las manos. Se trata de moldes de tamaño natural de niños de diversos orígenes étnicos. De estructura circular, la obra soporta fuertes corrientes y reproduce una de las formas geométricas primarias, evocando ideas de unidad y continuidad.
La escultura propone el crecimiento, el azar y la transformación natural. Muestra cómo el tiempo y el entorno influyen en el cuerpo físico y le dan forma. Los niños, por naturaleza, se adaptan a su entorno. Su uso dentro de la obra destaca la importancia de crear un entorno sostenible y bien gestionado, un espacio para las generaciones futuras.
Otra de las obras que podemos encontrar en este jardín de esculturas submarinas es El corresponsal perdido. Esta obra representa a un hombre sentado en un escritorio con su máquina de escribir. Una colección de artículos periodísticos, que se remontan a los años 70, cubre el escritorio, algunos de ellos informando de historias de una época de la historia de Granada anterior a la revolución. La pieza reflexiona sobre la rapidez con la que están cambiando las comunicaciones. Un recuerdo de una época que pertenece al pasado. Un reflejo de la evolución de la auto expresión humana y de los sistemas de comunicación a lo largo del desarrollo de la sociedad.
¿Por qué es importante el trabajo de Jason deCaires Taylor?
Las emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero han provocado un aumento de la temperatura global de la superficie de aproximadamente 1 °C desde la época preindustrial. Esto ha provocado eventos masivos de blanqueamiento de coral sin precedentes que -combinados con las crecientes presiones locales- han convertido a los arrecifes de coral en uno de los ecosistemas más amenazados de la Tierra.
La mayoría de los arrecifes de coral se encuentran en aguas superficiales, cerca de la costa. Como resultado, son particularmente vulnerables a los efectos de las actividades humanas.
El aumento de las temperaturas de los océanos y el cambio de sus características químicas son las amenazas mundiales más importantes para los ecosistemas de los arrecifes de coral. Estas amenazas están causadas por las temperaturas atmosféricas más altas y el mayor nivel de dióxido de carbono en las aguas del mar.
Los arrecifes de coral albergan la mayor biodiversidad de todos los ecosistemas del mundo. A pesar de cubrir menos del 0,1% del suelo oceánico, los arrecifes albergan más de una cuarta parte de todas las especies de peces marinos, además de muchos otros animales marinos. Además, los arrecifes proporcionan una gran variedad de servicios del ecosistema, como alimentos de subsistencia, protección contra las inundaciones y sustento de las industrias pesquera y turística. Su desaparición tendrá, por tanto, efectos económicos, sociales y sanitarios.
La revolución del arte submarino.
La idea de que la evolución humana pueda originarse en el mar es una inspiración, como si se pudiera volver a ese mismo principio. Parece inquietante ese misterioso intercambio entre la vida y la muerte.
El arte puede generar ese tipo de contradicciones, por ejemplo, al sumergir en el agua a una civilización de humanos hechos de hormigón, para luego ver cómo la vida marina los invade y teje un manto de vida que los resucita de sus anteriores seres inertes. Es una especie de metamorfosis, similar a la de las mariposas. Las esculturas son como larvas que florecen bajo los efectos de la biomasa marina. Se asimila a la belleza de las ruinas cuando son consumidas por la vegetación.
Existe un poder seductor de la decadencia, pero es aún más extraordinario ser testigo de la facultad vivificadora de la naturaleza. Frente a la inmensidad del océano, la humanidad parece frágil. Y sumergida en el agua, se pierde todo sentido de la temporalidad. Quizá el mayor misterio sea esta brecha entre el espacio y el tiempo. El pasado, el presente y el futuro se mezclan y se funden en la vida y la muerte.
En el año 2015 Jason deCaires Taylor hizo un TED talk donde explica su postura frente al arte y el océano (Aquí)
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