Leave our kids alone recita la famosa frase de la canción de Pink Floyd. Se refiere a la dureza de una estructura, la escolar, que en el pasado se basaba en el rigor de los esquemas tradicionales. Sin embargo, Leave our kids alone es también un grito de libertad. En efecto, durante mucho tiempo, el diseño escolar fue sinónimo de inflexibilidad. Largas filas de aulas idénticas, que contribuyen a crear lugares que parecen olvidar su verdadera función. La de alimentar las mentes jóvenes.
Por eso Leave our kids alone es también una forma de señalar los peligros del control y la uniformidad.
Vigilar y castigar
No es casual la comparación de los edificios escolares con los lugares de detención. Los puntos centrales son la eficacia y la vigilancia. Objetivos bastante similares a los de las prisiones. Y como Michel Foucault observó en su ensayo «Vigilar y castigar», las prácticas de libertad y resistencia, como respuesta a las formas omnipresentes de control y vigilancia, nos invitan a reflexionar sobre el papel del individuo dentro de estos sistemas de poder.
Una nueva concepción de la escuela
En la actualidad, los planificadores de escuelas, bibliotecas (e incluso hospitales y prisiones), ¿qué criterios aplican a estos distintos tipos de edificios? Ellos dan prioridad a la gestión de grandes grupos de personas. Los mantienen ordenados. El resultado suele ser lúgubre y anónimo, y la mayoría de las veces carente de animación e inspiración. Se priva a las personas de individualidad y creatividad.
Sin embargo, el mundo se ha transformado. Al igual que nuestra forma de entender la infancia y la adolescencia. Ahora la sociedad ve a los niños como individuos con necesidades y formas de aprender únicas. Los espacios también se están adaptando para acoger la imaginación y la indagación con un enfoque más libre.
Centrado en la participación
La evolución de la educación redefine nuestra concepción de los entornos de aprendizaje. En la actualidad, los espacios educativos son muy distintos de los del pasado.
El ambiente que rodea los colegios infantiles y las escuelas primarias desempeña un papel fundamental en la experiencia del niño. Para los niños pequeños, la escala y la implicación sensorial son especialmente importantes. Unos espacios demasiado grandes y opresivos pueden crear sentimientos de ansiedad e incomodidad. En cambio, los lugares cuidadosamente dimensionados y llenos de riqueza sensorial inspiran buen humor e interés.
L’École de l’Étincelle
Interesante es el caso de L’École de l’Étincelle, en Chicoutimi (Canadá). Construida en 2023, ha sido diseñada por BGLA Architecture. El edificio reinventa la idea de escuela. Ofrece entornos acogedores para los niños. Se divide en pequeños pabellones que recuerdan a un pueblo reunidos en torno a un patio central. El ambiente es doméstico y acogedor, como en casa.
El edificio se integra en el paisaje y refleja la naturaleza nórdica de la zona. Está construido íntegramente con madera local. En el interior, las funciones están claramente delimitadas, y es un ejemplo de uso eficiente de la energía. Con sistemas de calefacción por aire y suelos radiantes.
Integrar naturaleza y aprendizaje
El concepto es que el aprendizaje puede producirse en cualquier lugar. No sólo en las aulas convencionales. Las paredes se sustituyen por puertas plegables transparentes, que permiten adaptarse a las actividades que se van a realizar. Variando cómo y dónde tiene lugar el aprendizaje. Incluso los espacios al aire libre se transforman en entornos de aprendizaje. Un enfoque informal que fomenta la interacción y la exploración.
Naturaleza y creatividad
El MASS Design Group está colaborando con el Instituto Ruandés de Agricultura de Conservación (RICA) en el diseño y la construcción de su nuevo campus en Bugesera (Ruanda). El proyecto fue concebido y financiado por la Fundación Howard G. Buffett y apoyado por el Gobierno ruandés.
Su diseño afecta a todo el complejo. El paisaje, las viviendas, el espacio académico, los almacenes. Cada edificio está dedicado a una de las seis empresas agrícolas presentes (cultivo y zootecnia). Los alumnos estudiarán durante sus tres años en el instituto.
Agricultura de conservación
Las pequeñas granjas de los estudiantes y las de los terratenientes de los alrededores se integrarán en la estructura. El campus será autónomo en términos de suministro de energía y agua. Contará con su propio huerto solar y depuradora de aguas residuales. La agricultura de conservación consiste en la interconexión de la salud y la ecología. Tanto animal como humana. Mediante la adopción de un enfoque interdisciplinario y experimental del aprendizaje. Y fomentando la biodiversidad, la conservación ecológica y la participación comunitaria.
Los edificios escolares fomentan un entorno en el que los alumnos pueden equilibrar las exigencias del estudio con momentos de tranquilidad e introspección. Reconociendo que el valor del tiempo no estructurado es esencial para el aprendizaje. Y cómo está profundamente entrelazado con el desarrollo personal.
Para saber más: MASS Design Group
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