Nació en Burkina Faso, estudió en Berlín y regresó a su país para construir la escuela de su ciudad. Ahora es uno de los principales representantes de la arquitectura sostenible.
“Solo quienes participan en el desarrollo del proceso pueden apreciar los resultados obtenidos, seguir desarrollándolos y protegerlos”.
Con estas palabras, Diébédo Francis Kéré resume su filosofía arquitectónica, en la que implica a las comunidades y utiliza materiales locales.
Una filosofía que se manifiesta desde el principio de su carrera.
De hecho, en 2001, recién licenciado por la Universidad Técnica de Berlín, empezó a construir la primera escuela primaria en su pueblo natal, Gando, en Burkina Faso.
Mediante la combinación de técnicas contemporáneas, la educación y la implicación de la población, ha logrado crear edificios innovadores. Tan extraordinarios que atrajeron la atención internacional y le valieron de inmediato importantes galardones, como el Premio Aga Khan de Arquitectura en 2004
Primer proyecto sostenible: la escuela de Gando
Como explica el propio Kéré al presentar el proyecto, el objetivo es crear un edificio sostenible desde el punto de vista medioambiental, construido con materiales ya presentes en Burkina Faso, especialmente la arcilla.
Combinando materiales accesibles y abundantes con una técnica de ingeniería contemporánea, Kéré crea estructuras hechas para durar.
Edificios que pueden protegerse del caluroso clima de la región gracias a una ventilación natural que elimina la necesidad de aire acondicionado.
Además, la fusión de innovación y técnicas locales facilita a la población su mantenimiento (a largo plazo).
La eliminación de la importación de otros materiales reduce el impacto ambiental tanto en el transporte como en la construcción. Además, se utiliza y forma a trabajadores locales, evitando también el coste y el impacto de traer consultores y técnicos del extranjero.
La parte clave del proyecto es precisamente la formación de la población local. De hecho, esta arquitectura social sitúa la educación como parte central de la sostenibilidad. También nos recuerda la importancia de poder conservar los edificios, sin esperar apoyo financiero ni ayudas del extranjero.
Para asegurarse de implicar activamente a la población (en su mayoría analfabeta), Kéré les explica los proyectos dibujándolos en la arena y escuchando sus sugerencias.
“Considero mi trabajo una tarea personal, un deber para con esta comunidad. Debemos luchar por crear la calidad necesaria para mejorar la vida de la gente”.
Adam Hencz, en su artículo publicado por Artland Magazine, nos recuerda cómo cada eco-proyecto de Kéré Architecture (el estudio que fundó) es ante todo un compromiso social.
Política y sostenibilidad: La Asamblea Nacional
La propuesta de Kéré Architecture para la construcción de un nuevo edificio se había originado en 2014, después de que el edificio anterior fuera arrasado por insurrecciones. Estas revueltas habían puesto fin al gobierno del presidente Blaise Compaoré y el proyecto arquitectónico quería reflejar este punto de inflexión en la historia de Burkina Faso.
Andres Lepik, en su artículo publicado por Domus, explica cómo el objetivo de esta inmensa construcción piramidal sería permitir a los ciudadanos reunirse frente al Parlamento y acceder a él a través de un complejo de escaleras y terrazas ajardinadas. Como en el Reichstag de Berlín (renovado por Norman Foster en 1999), la señal que emana de este edificio es la idea de democracia.
Desgraciadamente, debido a la situación política del país, el proyecto aún no se ha hecho realidad.
Simbolismo para la Asamblea Nacional de Benín
Un proyecto gubernamental aún en construcción es el de Porto-Novo (Benín).
Como escribe James Parkes en su artículo en Dezeen, el edificio imitará la estructura de los árboles palaver, utilizados tradicionalmente por las comunidades de África Occidental como lugar de asambleas.
Iniciado en 2019, la Asamblea Nacional ocupará 35.000 metros cuadrados. Como todos los edificios diseñados por Kéré, cuenta con un sistema de ventilación integrado y una cuidadosa consideración de las condiciones del emplazamiento circundante.
Las oficinas se situarán en una corona protegida por una fachada que actuará como filtro de la luz solar, evitando que se sobrecalienten pero recibiendo suficiente luz natural.
Parte del solar se destinará a un parque natural en el que se permitirá el crecimiento de la flora local, ofreciendo a la ciudad de Porto-Novo un espacio recreativo.
El propio parque llegará hasta las raíces del palafito, ofreciendo un amplio espacio para reuniones públicas que reflejarán las que tengan lugar en el interior del edificio.
Kéré Architecture ha utilizado la misma pericia que equilibra ágilmente la sostenibilidad con la habilidad técnica en otros países africanos como Kenia, Uganda y Senegal.
Respeto por los árboles: Goethe Institut Dakar, Senegal
En construcción desde 2018, el Goethe-Institut está situado entre una zona residencial y un frondoso jardín. El proyecto pretende ser a la vez respetuoso con el entorno y contener espacio suficiente para las numerosas actividades que se ofrecen.
Para lograrlo, ha creado un edificio de dos plantas, formado para reflejar la forma de los árboles que siempre han estado presentes en el lugar.
La estructura sirve de escudo para proteger a los vecinos del ruido del instituto y, al mismo tiempo, a los ocupantes del edificio de la contaminación acústica del tráfico exterior. Una vez más, se utilizaron principalmente materiales locales y todo el proyecto está diseñado para tener una huella ecológica muy baja.
Otra característica relevante de este proyecto es también a nivel ideológico: el de Dakar es el primer edificio del Goethe-Institut construido expresamente y por un arquitecto africano.
Desde hace años, muchos Estados africanos intentan liberarse de las consecuencias de su anterior colonización política y de la colonización económica contemporánea. Este proyecto es un ejemplo esclarecedor del futuro de la arquitectura africana. En efecto, el modelo presentado por Kéré muestra cómo es posible concebir una nueva arquitectura poscolonial basada en la relación y el diálogo entre dos culturas.
El premio Pritzker
La concesión del Premio Pritzker a Francis Kéré en 2022 marcó un punto de inflexión. Por primera vez, se concederá a un arquitecto nacido en África y comprometido desde hace décadas con las cuestiones sociales y la sostenibilidad.
Con su habilidad, Kéré demostró ser la prueba de la extraordinaria evolución de la escena arquitectónica africana en busca de una nueva identidad poscolonial.
Al concederle el premio, el jurado del Pritzker declaró: “Nos muestra cómo la arquitectura puede reflejar y servir a las necesidades, incluidas las estéticas, de la gente de todo el mundo”.