Aquí, se cuestionan a través del arte las múltiples inmunidades presentes en nuestra sociedad para criticar las prerrogativas de clase, el poder jerárquico y las posiciones arquetípicas e inmutables de las instituciones. Pero también se pretende desvelar franquicias e inmunidades que a menudo vacían de contenido los conceptos de libertad y democracia. Pedro Wirz se refiere directamente, y sin pretenderlo, a la más conocida de las inmunidades: la inmunidad diplomática. Y lo hace para relatar la madre de todas las inmunidades.
En el proyecto artístico de Wirz, la idea toma forma en 12 esculturas de diversos tamaños. Instalaciones que hacen referencia a roles hegemónicos. Se habla de un rey, un presidente, un Papa, un rabino y otros poderosos. Cada figura refleja una determinada posición jerárquica de mando: económica, religiosa, política o sociocultural.
Restos de autoridad
En contraste con el supuesto papel del poder, las esculturas están hechas con restos de los materiales más diversos, recogidos por el artista en su estudio. Son restos de autoridad. Un planteamiento inspirado en el Merzbau del artista constructivista Kurt Schwitters. Pero también de la idea de ensamblaje y escultura precaria. Al mismo tiempo, se destacan los aspectos obsesivos y compulsivos de la acumulación como referencia a los ciclos de crecimiento continuo y agotamiento del mundo del consumo. Habla de ese mundo de crisis cíclica y emergencia permanente. Elementos de inquietante actualidad. Una estética provisional que recuerda símbolos de poder que han caído en la ruina.
Figuras y obstáculos
La estigmatización de las figuras de poder se refleja en la instalación de Pedro Wirz, incluso en su propia configuración. Los 12 bustos del espacio derivan de la investigación del artista sobre la geometría de las reuniones internacionales: las reuniones importantes como el G7, el Club de Roma o incluso la Última Cena de la narración bíblica. Los visitantes de la exposición apenas tienen espacio para moverse, mientras que los bustos se convierten casi en obstáculos que hay que evitar cuidadosamente. Incluso con su presencia física, la obra expresa así la dicotomía entre competencia y cooperación. Y se sitúa en el centro de la cuestión del verdadero significado de una “sociedad más sostenible”, exponiendo la idea de que a menudo se ve exclusivamente desde una perspectiva mercantil.
Una sociedad más sostenible
Pedro Wirz explica: “Para embarcarnos en una existencia más sostenible, tenemos que enfrentarnos con la realidad. Y con las dificultades de la convivencia. Tenemos que ir mucho más allá de nuestras vidas, nuestros deseos y nuestra vanidad. E incluso más allá del legado de un apellido. O de los principios promovidos por líderes religiosos o figuras mitológicas. Debemos pensar no como individuos, sino como especie. Es decir, como habitantes de la tierra, como terrícolas. Como seres vivos destinados a coexistir simultáneamente y con respeto”.
“Para embarcarnos en una existencia más sostenible, tenemos que enfrentarnos con la realidad. Y con las dificultades de la convivencia. Tenemos que ir mucho más allá de nuestras vidas, nuestros deseos y nuestra vanidad. E incluso más allá del legado de un apellido. O de los principios promovidos por líderes religiosos o figuras mitológicas. Debemos pensar no como individuos, sino como especie. Es decir, como habitantes de la tierra, como terrícolas. Como seres vivos destinados a coexistir simultáneamente y con respeto”.
Orgánico, sintético, tecnológico
También se exponen tres relieves murales. Obras que pertenecen a una serie, iniciada en 2019, con la que el artista investiga los vínculos entre los reinos orgánico, sintético y tecnológico y cómo su contaminación está alterando el medio ambiente en una batalla continua entre la extinción y la renovación. Este impulso de transformación de los ecosistemas está determinado en gran medida por la intervención humana (tecnológica), que se manifiesta a través de los temas y materiales de los relieves inscritos en el paisaje natural. La forma de caja rectangular evoca, metafóricamente, pantallas de televisión o teléfonos inteligentes, pero quizá también cajas funerarias de tamaño humano.
El artista y el Bally Artist Award
Pedro Wirz (nacido en 1981 en Pindamonhangaba, Brasil) vive y trabaja en Zúrich. Su inspiración va de la historia cultural a la ciencia, de la artesanía al folclore. La Fundación Bally, movida por una profunda pasión por el arte contemporáneo, deseó fervientemente y creó el Bally Artist Award para apoyar a artistas emergentes, artistas suizos o residentes en Suiza, especialmente comprometidos con la investigación entre el saber hacer y la naturaleza. Para la edición de 2023, la Fundación Bally y MASI han convocado a siete nominadores de renombre internacional para seleccionar a los artistas participantes. La calidad, la pertinencia y la diversidad de los proyectos presentados impresionaron al jurado, por lo que la elección resultó compleja. Al final, Pedro Wirz se alzó con el codiciado premio, quizá también gracias a su reflexión sobre: poder, hegemonía y libertad.
Pedro Wirz
Inmunidad diplomática
4 de junio – 23 de julio de 2023
Museo de Arte de la Suiza Italiana, Lugano
Lugar Palacio Real
Para más información: Pedro Wirz
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