Ruth Wallen es una artista multimedia y escritora. Con su trabajo se dedica a fomentar el diálogo en torno a la justicia ecológica y social. Se basa en una concurrencia entre la observación científica, la creación artística, la teoría ecológica y el activismo cultural.
El trabajo de Wallen es parte de una tarea compleja, informar de una manera ecológica a través del arte. Este tipo de artistas no son solo conscientes de los problemas medioambientales, sino que conocen el problema desde la raíz. Tienen una relación activa con el mundo no-humano.
Sus trabajos se localizan mayormente en Estados Unidos, sobre todo en los bosques de California.
Walking with Trees, caminando con los árboles
Walking with Trees es uno de sus proyectos más recientes. De hecho, aún está en curso. Su propósito es generar conciencia de los cambios ecológicos en los bosques de California. Sus estudios muestran que en California han muerto más de 150 millones de árboles desde 2010. Esto se debe a la urbanización, el cambio climático y las nuevas especies introducidas a través del comercio mundial.
El proyecto se basa en una serie de fotomontajes que inmortalizan a los árboles de la zona de San Diego, California y sus cambios con el paso del tiempo. En un artículo que la artista escribió en 2019, habla de la experiencia de caminar junto a estos árboles desde el 2003.
La magnificencia, la diversidad y el encanto del bosque no se pueden expresar plenamente en una única imagen.
Es cierto que la estructura del fotomontaje ofrece una serie de ópticas a diversas escalas y perspectivas, para evocar tanto la vitalidad de la vida como la fragmentación causada por una miríada de desafíos ecológicos.
Listen to the Trees, escucha a los árboles
Esta obra aborda el impacto del cambio climático en la ecología de San Diego. La instalación se centra en dos árboles: el pino Torrey, en la costa y el pino Jeffrey, que crece en las montañas del interior. Los fotomontajes se alinean en las paredes, mientras que los tocones ofrecen a los visitantes un lugar para sentarse y contemplar la escena. En uno de ellos, una pantalla táctil de iPad muestra diagramas de los anillos de los árboles de ambas especies basados en datos históricos y en modelos que proyectan el clima futuro bajo diferentes escenarios de emisiones.
Hay mucho que aprender del bosque. Puede inspirar o restaurar, no solo formas de pensar, sino también de actuar. El panel interpretativo junto al enorme tronco de un árbol que se derrumbó en 2011 recuerda al lector que la vida y la muerte están entrelazadas. A medida que se descomponen, los troncos proporcionan hábitats para muchas criaturas, desde hongos, plantas y salamandras hasta pequeños mamíferos. A imitación de este proceso natural, la práctica de la permacultura hugelkultur consiste en cubrir los troncos caídos con ramitas, hojas y tierra para plantar encima. Los troncos retienen la humedad y liberan gradualmente los nutrientes para fertilizar las plantas en crecimiento.
Este trabajo tiene su propia página web. Si te interesa saber más, haz clic aquí.
La misión de fomentar
Las relaciones que los eco-artistas intentan desarrollar entre la obra de arte ecológica, los espectadores-participantes y los colaboradores es el elemento más importante del eco-arte.
Estos artistas intentan crear un entorno de aprendizaje a través de la experimentación con el cuerpo y el fomento de un determinado concepto.
Todo ello se basa en la esperanza de que la práctica de los artistas ecológicos encienda una chispa de conexión entre las personas y dicho concepto: el mero acto de generar un conocimiento o sabiduría ecológica; fomentar un sistema de creencias positivo y proactivo para lograr un futuro más verde.
Nadie sabe con precisión hacia dónde se dirige el proceso de cambio ecológico ni a qué velocidad se producirá. Por ahora, es evidente que los árboles están muriendo, árboles que albergan un enorme conocimiento por el mero hecho de existir. Es vital aprender a convivir con todas las emociones que conlleva este conocimiento, apoyar a otros para que hagan lo mismo, hablar de lo que percibimos —constantemente— y trabajar juntos.
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