Los hemos creado en varios colores, en varias formas y lo usamos para diferentes propósitos. Estamos hablando de papel de regalo.
El papel que usamos para cubrir nuestros regalos y provocar esa sensación de sorpresa y expectativa tiene una gran historia. ¿Cuánto afecta su producción al medio ambiente y qué debemos saber? ¿Cuáles son las alternativas al papel de regalo tradicional? ¿Cómo podemos reciclar y desechar el altamente contaminante?
Un salto en la historia
La idea de presentar nuestros regalos envuektos para mostrar afecto o respeto ha existido desde tiempos inmemoriales. En Asia, en el siglo I d.C., los coreanos ya utilizaban un envase completamente original con telas de embalaje reutilizables. Los chinos, por otro lado, usaban pajillas de arroz y fibras de bambú con el mismo propósito.
Del otro lado del océano, en América, en los siglos XVI y XVII se hizo común el uso de papel de azúcar, llamado así porque se utilizaba para envasar este producto. Este papel estaba hecho de materiales pobres como trapos, por lo que tenía impurezas e irregularidades. Para igualar el color, inicialmente se utilizaron extractos de plantas y más tarde minerales.
300 años después, en 1750 en Gran Bretaña, John Baskerville inventó un tipo de papel sin impurezas, lo que hoy conocemos como papel de seda. Este papel, fino y liso, se utilizaba para envolver, proteger y presentar objetos valiosos como vajillas, joyas y ropa.
En América del Norte, a los hermanos Hallmark se les ocurrió la idea de usar el papel que se usa para forrar sobres para envolver regalos. Esta idea se popularizó, tanto que en 1930 comenzaron a publicitar sobres y papeles de regalo haciendo juego.
Estadísticas sobre la producción y el uso del papel de regalo
Hoy en día, Estados Unidos gana 15.000 millones de dólares al año con la producción de papel para regalos. Alrededor de 40 millones de toneladas de papel son utilizadas por los estadounidenses para envolver regalos. Se estima que, durante las fiestas, se talan aproximadamente 30 millones de árboles estadounidenses para permitirnos sorprender a quienes reciben nuestro presente.
En Gran Bretaña, en 2020, se utilizaron 365 mil kilómetros de papel de regalo. Esta cantidad podría envolver cómodamente la Tierra hasta 9 veces.
Greenpeace denuncia que se utilizan 1,3 kg de carbón para producir un kilogramo de este papel, lo que supone una emisión de dióxido de carbono de 3,5 kg.
¿Todo este papel es reciclable? No siempre, de hecho muy raramente. Efectivamente, a menudo las láminas están desafortunadamente contaminadas con purpurina y plástico, por lo que se hace evidente la importancia de buscar soluciones alternativas o quizás volver a los orígenes.
Ideas para sustituir el papel de regalo tradicional
Afortunadamente, la sensibilidad del consumidor moderno requiere alternativas al uso del papel de regalo tradicional, mejor aún si se utiliza para regalos sostenibles. Con este objetivo, se podría pensar en dar una nueva vida a aquellos objetos que pueden haber sido olvidados en casa como: cajas de hojalata, cestas de mimbre, bolsas de pan, mapas y periódicos. Se estima que si cada familia estadounidense envolviera, aunque sea 3 regalos al año, de una manera alternativa, se podría ahorrar suficiente papel para cubrir el área de 45 mil campos de fútbol. Eso parecería un buen comienzo.
O podríamos seguir el ejemplo de la magia del furoshiki, el arte japonés de envolver con telas, usando servilletas escondidas en nuestros cajones, ropa que no hemos usado durante mucho tiempo o bufandas pasadas de moda y ofrecer de esta manera no uno, sino dos regalos al mismo tiempo. Gracias a esta técnica evitaríamos el uso de pegatinas, pegamentos o lazos, redescubriendo lo casero y la satisfacción que supone hacer algo con nuestras manos.
Para embellecer nuestros paquetes podemos dar rienda suelta a nuestra imaginación con hojas, lana, encajes, ramitas y corchos. Si realmente no queremos prescindir del papel, al menos utilicemos papel ecológico.
Alternativamente, por supuesto, podemos contar con empresas que producen excelentes productos respetando el medio ambiente. Hanseluk es una empresa con sede en el Reino Unido que produce papel de regalo reciclado. Están atentos en utilizar cualquier tipo de envase a base de materiales verdes e incluso los colores utilizados son de origen vegetal o a base de agua. Se abastecen de materias primas locales, por lo que su huella de carbono es muy baja. Re-wrapped es otra empresa que produce papel de regalo reciclado que se convierte en papel que aún se puede reciclar o incluso compostar. No utilizan productos químicos en los procesos de producción y las tintas son veganas. Hay muchas opciones a las que podemos recurrir para hacer que nuestros regalos sean mágicos, solo mira a tu alrededor para ser parte de las opciones respetuosas con el medio ambiente.