¿Qué tienen en común los residuos de piña o naranja, el plástico de una pelota de tenis o una botella de plástico?
Aparentemente nada, pero en realidad todas son materias primas secundarias.
Las materias primas secundarias son todas aquellas que, para una empresa, son materiales de desecho y en cambio se convierten en el producto principal para otras empresas. Los materiales derivados de procesos de reciclaje también se definen como tales.
Ejemplos de uso de materias primas secundarias
Los mencionados anteriormente son solo algunos ejemplos de materias primas secundarias que existen hoy en día y que son ampliamente reutilizadas.
La española Carmen Hijosa después de un viaje a Filipinas, donde las hojas de piña ya se usaban para sombreros, bolsos y camisas, decidió patentar Piñatex. Piñatex es un cuero ecológico que no tiene nada que envidiar al clásico, de hecho, además de ser muy barato, es bueno para el corazón de todos los activistas por los derechos de los animales. 460 hojas son suficientes para crear un metro cuadrado de Piñatex que hoy tiene un coste de 23€. Se produce exactamente a partir de lo que para la industria alimentaria sería un desperdicio.
En 1993, Patagonia fue la primera empresa en producir poliéster utilizando plástico a partir de botellas de uso común. También utiliza fibras de desecho postindustriales, hilos y residuos de tejido posconsumo para crear chaquetas y ropa térmica. El próximo gran paso de la compañía podría ser utilizar plástico reciclado de los océanos.
Italia también está dando su contribución en este ámbito. Orange fiber, una empresa nacida en Sicilia tuvo la idea de patentar una fibra creada a partir de residuos de cítricos. De hecho, las cortezas, las semillas y los residuos de pulpa se transforman en hilo, dando vida, en combinación con la seda de una cadena de suministro controlada, a un tejido suave e innovador.
La empresa Stora Enso ha encontrado una manera de utilizar los residuos de la producción de papel dando vida a una brillante innovación que tendrá el poder de revolucionar el campo de las baterías de automóviles: pueden crear baterías a partir de árboles.
¿Te imaginas en cambio lo que se puede lograr con una pelota de tenis, o mejor dicho, con muchas pelotas de tenis?
Piensa que un centro de tenis de tamaño mediano consume hasta unas 700 pelotas al mes.
Nicolas Meletiou en 2018 ideó una forma de reciclar las pelotas gastadas. De hecho, se desmiembran para obtener así un gránulo que se utiliza para el suelo anti traumatológico de los parques infantiles.
El compromiso de Nicolás con la protección del medio ambiente, sin embargo, comenzó mucho antes. En 2009, de hecho, se dio cuenta de la idea de reciclar zapatos deportivos y en 2017, apasionándose por las 2 ruedas, diseñó una forma de reciclar cámaras de aire y neumáticos. Este material se utiliza para la creación de pistas de atletismo.
Lo que nos depara el futuro
La economía circular, alargando la vida útil de los recursos a nuestra disposición y minimizando o incluso eliminando desperdicios, es ahora más importante que nunca. No solo estamos reduciendo costos, sino que estamos recordando que los recursos de nuestro planeta se están agotando.
Se estima, de hecho, que en 2050 la humanidad consumirá el doble de lo que la Tierra puede producir.
No importa cuántos planetas puedan existir en el universo, en este momento lo que nos permite vivir es solo uno … ¡Cuidémoslo!
