Las abejas, los antiguos guardianes de nuestro ecosistema, están amenazadas. En los últimos 10 años, 10 millones de colmenas han desaparecido en todo el mundo, un hecho que está alarmando a la comunidad científica. Es fundamental encontrar remedios eficaces para preservar su existencia. Una solución innovadora e ingeniosa viene de Bee Saving Paper : el papel que salva la vida de las abejas.
La idea no es improvisada, y es más increíble de lo que parece. Este material, 100% compostable y ecológico, nació de la necesidad práctica de volver a dar fuerza a las miles de abejas que cada día caen exhaustas al suelo.
De hecho, ocurre que estos preciosos insectos, debido a la urbanización y a la contaminación, no siempre tienen una flor cercana que les garantice el alimento necesario, lo que les lleva a desmayarse y luego a morir.
Al igual que nosotros, para las abejas un poco de agua y azúcar es lo que necesitan para devolver su energía a niveles suficientes para que puedan volar y polinizar de nuevo.
El papel de Bee Saving Paper funciona como una verdadera bebida energética para las abejas: contiene azúcar, semillas de plantas de miel y hierba limón. Atrayendo a los pequeños insectos, un solo trozo de papel puede alimentarlos, salvándolos de la desnutrición.
Así que imagínense comprando una agenda, usándola para sus notas, y luego despegar un pequeño trozo y dejarlo en un parque o simplemente en el alféizar de su casa, sabiendo que una abeja saboreará sus fibras en ausencia de flores.
El consejo es también plantar Bee saving Paper. Sí, es cierto.
Para facilitar la vida de las abejas, lo ideal sería plantar trozos del producto en los llamados «food-deserts»; es decir, espacios hechos sólo de hierba pero sin flores. La naturaleza hará el resto, haciendo crecer nuevos brotes y enriqueciendo el ecosistema alrededor.
¿Se preguntan por qué las abejas son tan importantes? Baste decir que su actividad de polinización es esencial para el ecosistema y para el mantenimiento de la biodiversidad. Sin ellas, el mundo y la naturaleza serían muy diferentes de los que conocemos. Al transportar el polen de flor en flor, las abejas tienen la tarea de favorecer la reproducción de las plantas, que a su vez absorben el dióxido de carbono, protegiendo así nuestra especie.
Además, las abejas están relacionadas con la producción de alrededor del 70% de las frutas y verduras que llegan a nuestras mesas todos los días.
Luego en sus colmenas se crea la magia de la miel y de la cera, dos elementos que el hombre utilizó desde el alba de los tiempos.
Para llamar la atención sobre la importancia de las abejas para los ecosistemas y la cadena de producción de alimentos, en 2017 la Asamblea General de las Naciones Unidas decidió proclamar el 20 de mayo como el Día Mundial de las Abejas (World Bee Day).
Desde entonces se multiplicaron las iniciativas destinadas a proteger y salvar a los invertebrados más importantes de la naturaleza. Entre ellas destaca «Pollinate the Planet» de 3Bee, start-up italiana de tecnología agrícola, que invita a todos a adoptar una colmena y seguir su desarrollo.
Pueden elegir su apicultor y la especie de abeja que desean salvar, ayudando a apoyar el medio ambiente y la producción agrícola. Hasta ahora, Polinizar el Planeta ya ha salvado 70 millones de abejas.
El tema de salvar abejas, es un tema de moda últimamente, pero poca gente profundiza su importancia. El hashtag #Beethechange puede ser útil para descubrir iniciativas para salvar abejas en todo el mundo. Les sugerimos que lo exploren.
La contribución de todos es fundamental y, sobre todo, necesaria; porque un mundo sin abejas equivaldría al colapso del ecosistema y a un fuerte deterioro de nuestra calidad de vida.
Podemos formar parte de una gran operación de rescate, ¡intentémoslo!