El mundo se está transformando y con él, las actividades y actitudes de quienes lo habitan.
Si hay una cosa positiva que podamos sacar del coronavirus, es seguramente el acercamiento del ser humano con la naturaleza; su deseo de comprometerse más a fondo en su conservación. Es por eso que ampliaremos y cubriremos temas no relacionados con la moda pero relevantes para la sostenibilidad.
Alternativa al plástico
Actualmente se conoce bien la importancia de reducir el consumo de plástico; debido al impacto ambiental negativo que produce al ser un producto no degradable durante un largo período de tiempo. Por lo que se presentan en el mercado nuevas e innovadoras alternativas para sustituir este material y ofrecer alternativas más respetuosas con el medio ambiente.
Para lanzar este nuevo segmento, os quiero presentar a Saramanaca, de origen ecuatoriano y ubicada en la ciudad de Quito – Ecuador. Este taller se dedica a la producción de envoltorios ecológicao; los bee’s wraps (envolturas de las abejas) es el nombre por el que se les conoce mejor; la principal funcionalidad es proteger el producto de forma orgánica y solucionar el problema de los residuos plásticos, ya que estos envoltorios son reutilizables.
Por supuesto, en este momento te vienen a la mente varias preguntas y lo sé porque a mí me pasó lo mismo. Pero no te preocupes María Sara Gabela, fundadora de la marca, en una entrevista saca a relucir algunas dudas, entre ellas el material para elaborar este producto.
CÓMO SE HACE ESTE PRODUCTO
Básicamente está fabricado con tejido de algodón que es el que aporta el factor reutilizable y la cera de abejas que le confiere sus propiedades impermeables, pegajosas y antibacterianas.
Desafortunadamente, el tiempo de descomposición no se sabe con certeza, pero sí sabemos que la duración va desde 6 meses a 1 año; Es importante señalar que este producto se puede volver a encerar, lo que alarga su vida útil y una vez deja de ser apto para su uso pasa a ser un material textil orgánico, por lo que sigue siendo reutilizable para cualquier otra actividad. Sin duda, su tiempo de degradación es menor que el del plástico. El único inconveniente es que no es apto para alimentos calientes; ya que la cera se calienta y arruinaría el producto inmediatamente, sin embargo, que no cunda el pánico , si esto sucede, se puede volver a aplicar la cera.
Así que chicos, os invito a conocer este bonito producto, pero sobre todo os invito a ser parte del cambio, cada una de nuestras pequeñas acciones ayuda a cuidar y preservar nuestro frágil ecosistema.