Las obras de Theo Jansen son increíbles: las miras y te quedas con la boca abierta, como si estuvieras viendo organismos vivos en movimiento, que parecen salir de alguna película de ciencia ficción o de algún ingeniero loco, y en cambio son piezas de arte más únicas que raras.
Theo Jansen es un artista holandés activo sobre todo en el campo de la escultura cinética. Sus creaciones más famosas son los Strandbeesten (animales de playa), grandes estructuras móviles construidas mediante la conexión y articulación de finos tubos de PVC amarillos, del tipo utilizado en la electrotecnia para el cableado de los sistemas eléctricos, ensamblados con cinta adhesiva, bandas elásticas y ataduras de cables. Además de estos materiales, se utilizaron botellas de polietileno reciclado, palos de madera e incluso paletas. Todos artículos reciclados que se encuentran como residuos en las playas.
Conozcamos mejor al artista: ¿quién es Theo Jansen?
Theo Jansen, nacido en Scheveningen-La Haya el 14 de marzo de 1948, es un artista capaz de presentar obras que se encuentran en la frontera entre la creación artística y el proyecto de ingeniería.
De aspecto similar a enormes insectos, o grandes esqueletos de animales, sus criaturas son capaces de caminar por las playas holandesas utilizando la energía del viento. Con el tiempo, también han adquirido formas de homeostasis, con la capacidad de almacenar energía eólica en botellas, en forma de aire comprimido, para asegurar formas de autonomía en ausencia de viento. Sin embargo, incluso con la implementación de capacidades perceptivas rudimentarias hacia el entorno exterior, a través de simples sensores hechos de los mismos materiales básicos, una combinación de elementos que permite a los Strandbeesten modificar su comportamiento basado en las percepciones.
De 1967 a 1975, Jansen estudió física en la Technische Hogeschool Delft (ahora Technische Universiteit Delft). Después de su experiencia universitaria decidió emprender la actividad artística, dedicándose a la pintura y el dibujo durante siete años.
Las creacciones de Theo Jansen
Su primera experiencia de arte cinético se remonta a 1980, cuando un platillo volante negro, hecho sobre un armazón de tubos de PVC, sembró el pánico volando en el cielo de Delft, sosteniéndose en el aire gracias al helio con el que se llenó, acompañando su vuelo con la emisión de una señal sonora y el encendido de luces intermitentes.
El objeto volante finalmente desapareció en las nubes, perdiendo todo rastro de sí mismo. Aterrizó tal vez en Bélgica, y nunca fue encontrado. Una experiencia similar se repitió al año siguiente en los cielos de París.
En los años entre 1984 y 1986, Jansen concibió The Painting Machine, un dispositivo para pintar automáticamente en las paredes, utilizando una pistola de spray con un sensor óptico que detecta la luz y la oscuridad: la pintura en spray se aplica sólo cuando la máquina detecta una condición de ausencia de luz.
Las esculturas cinéticas de Theo Jansen que parecen estar vivas
Las obras por las que es más conocido son los Strandbeesten, los animales de la playa, una especie de esqueletos animados cuya energía propulsora se obtiene del viento, a los que comenzó a dedicarse ya en la década de 1980.
El primero de sus Strandbeesten fue Animaris vulgaris, un binomio ficticio que deriva de la fusión de dos términos latinos, animal y maris, y que se puede traducir al español como Animación común. Esta primera composición, hecha de tubos de PVC y cinta adhesiva, todavía no era capaz de moverse. Las bestias de la playa, de hecho, estaban originalmente destinadas a ser simplemente exhibidas en la arena y las dunas costeras. Sólo más tarde Jansen asumió el reto técnico de imprimirles formas de movimiento autónomo. Para ello, los Strandbeesten están equipados con «alas», una especie de veletas de viento colocadas en la parte posterior de la escultura, cuya activación es capaz de sostener el mecanismo de marcha lateral de las criaturas, en un movimiento durante el cual siempre mantienen su ‘nariz’ en la dirección del viento.
Evolución de los Strandbeesten
En las siguientes etapas del proyecto, interesado en el proceso de evolución, Jansen intentó seleccionar modelos informáticos, reproduciendo en sus criaturas los mismos mecanismos por los que la selección natural actúa sobre la evolución de las especies vivientes.
A lo largo del tiempo, se sucediereno otras generaciones de animales de playa, capaces de moverse en la arena, bajo el empuje del viento, gracias a un ingenioso movimiento desarrollado por las piernas. Con el tiempo, Jansen implementó la capacidad de almacenar energía de forma autónoma, en forma de aire comprimido; un paso hacia la conquista de la autonomía, gracias a la capacidad de moverse incluso en ausencia de viento.
Movimiento en ausencia de viento
Esas mismas alas pueden entonces impulsar varias pequeñas bombas de bicicleta que insuflan aire a presión dentro de un tanque («el estómago» de los animales, en palabras de su creador), que consiste en una batería de simples botellas de PET. La energía eólica almacenada de esta manera, durante un proceso de recarga que requiere unas pocas horas de exposición a los elementos atmosféricos, puede entonces utilizarse para moverse de manera autónoma incluso en ausencia de viento.
El aire comprimido actúa sobre lo que el diseñador define como los «músculos», o mejor aún, los «huesos extensibles» del animal. Se trata de pistones neumáticos básicos formados por dos tubos coaxiales de PVC de diferentes diámetros, cuyo sellado neumático está garantizado por un o-ring sobre el tubo interior. El flujo de aire almacenado en los frascos, al pasar por un pequeño tubo, estira los pistones y permite el movimiento. Los «músculos pueden abrir las tapas de las botellas para activar otros músculos que abren otras tapas y así consecutivamente. Esto da lugar a centros de control que pueden ser comparados con los cerebros».
Mecanismo de locomoción
Una peculiaridad es el mecanismo de locomoción terrestre: sus creaciones no utilizan ruedas, lo que no garantizaría un buen agarre en la playa, sino que se apoyan en un verdadero y más eficiente mecanismo de caminar, que produce un andar de caracol lateral.
Sensibilidad al agua y al viento fuerte
Es crucial la capacidad de las criaturas para percibir y reaccionar ante algunas circunstancias adversas y potencialmente fatales para su supervivencia, como el riesgo de adentrarse en mar abierto, acabando sumergidas o abrumadas por el agua, o el riesgo de caer a merced de un fuerte viento.
A través de sensores únicamente mecánicos y neumáticos, Jansen implementó la capacidad de sentir la presencia de agua a sus pies, o arena seca en las dunas. Las criaturas reaccionan a estos estímulos deteniendo el movimiento y comenzando en la dirección opuesta. Otros sensores también tienen la capacidad de detectar la presencia de viento fuerte, gracias a un alfiler incrustado en la arena, bajo la percusión de un martillo accionado por un pistón neumático.
Memoria
Además, las criaturas están ahora equipadas con un podómetro, un pequeño cerebro neumático que almacena el número de pasos en una configuración binaria, y es capaz de proporcionar a la escultura «una especie de imaginación del simple mundo de los animales de playa» cuyos límites se extienden en la arena húmeda entre los dos extremos impuestos por las dunas costeras y la orilla.
STRANDBEETS: EL ARTE EN MOVIMENTO
Criaturas extrañas, pero perfectas, movidas por la fuerza de la naturaleza. Sólo podemos imaginar la sorpresa y la belleza de encontrarnos frente a estas enormes bestias que se mueven frente al mar.
En línea con el pensamiento del gran Leonardo da Vinci, el artista holandés Theo Jansen combina su experiencia en ingeniería con su talento artístico, para llegar a la creación de criaturas autopropulsadas de extraordinaria y misteriosa belleza; Strandbeests, los animales de la playa. Como los dispositivos mecánicos que Leonardo diseñó en el siglo XV, las criaturas de este artista contemporáneo contienen dentro de sí un sentimiento arcaico y al mismo tiempo futurista. Theo Jansen hace esculturas cinéticas que están “vivas”, ya que son capaces de animarse y caminar; no por nada a él mismo le gusta llamarlas “una nueva forma de vida”. En febrero de 2019, durante el quinto centenario de la muerte de Leonardo Da Vinci, el Museo de Ciencia y Tecnología de Milán exhibió precisamente las esculturas cinéticas del holandés Theo Jansen, considerado un artista que rinde homenaje al espíritu del gran maestro.
STRANDBEETS: DESIGN ECOLÓGICO Y MATERIALES DE RECICLAJE
Theo Jansen es un verdadero artista del reciclaje capaz de crear no sólo una fusión de arte y ciencia, sino un verdadero disegn ecológico: ¡una nueva especie de animales de playa!
Desde muy joven, Jansen tuvo ante sí los elementos que le permitirían practicar su arte: el mar y el viento.
“… cuando trabajo en la playa, bajo las nubes, estas categorías se vuelven irrelevantes. Me siento como un esquimal al aire libre, trabajando enfrentándose a la naturaleza.
Sólo al final del proceso, cuando veo que se mueven, me sorprende la belleza de las criaturas …”
De ellos nacieron los Strandbeeets. Algunos de ellos son capaces de almacenar energía sin necesidad de motores futuristas, ya que poseen un “estómago” hecho de … botellas de plástico (estrictamente recicladas o desechadas como residuos)!
El arte y la ingeniería, pero también el reciclaje de materiales de desecho, contribuyen así a dar vida a estas criaturas casi mágicas, con movimientos elegantes, completamente ecológicas, que también podrían ser una inspiración para aplicaciones más «consumidoras» basadas en la energía eólica.
Theo Jansen nos ofrece una lección muy importante: ciencia y naturaleza pueden convivir y crear un arte espectacular.
Si quieren aprender más sobre cómo crear obras de arte y pintar de forma sostenible, también les recomiendo leer https://www.thegreensideofpink.com/2020/10/28/dipingere-rispettando-lambiente-e-la-salute/amp/.
