Cada año, el primer sábado de julio se celebra el Día Internacional de las Cooperativas. Una fecha que suele pasar desapercibida si no perteneces al sector.
Oficialmente, se ha celebrado desde 1995 bajo el auspicio de las Naciones Unidas. Año que conmemoraba el centenario de la Alianza Cooperativa Internacional (ACI), que ya venía organizando esta festividad desde 1923.
El objetivo es aumentar la conciencia acerca de las cooperativas, por lo que esta fecha es clave para mostrar su papel en la creación de un mundo mejor. Así, anualmente, la ACI y la ONU, a través del Comité para la Promoción y el Avance de las Cooperativas (COPAC), fijan un tema para la celebración. Un tema que se alinea con las virtudes que ofrece este modelo empresarial, de modo que sirva para promover sus valores y destacar su importancia para el desarrollo sostenible. El tema de este 2024 es: Las cooperativas construyen un futuro mejor para todos.
¿Qué son las cooperativas y por qué son tan importantes?
Partamos por la definición expresada por la ACI en la declaración sobre Identidad Cooperativa: Una cooperativa es “una asociación autónoma de personas unidas voluntariamente para satisfacer sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales y culturas comunes a través de una empresa de propiedad conjunta y controlada democráticamente”.
Esto quiere decir que las empresas formadas bajo este modelo son propiedad de sus miembros, sean clientes, empleados o residentes. Están dirigidas por y para ellos. No hay distinción de condiciones y por ello, todos tienen participación sobre las decisiones y ganancias de la empresa. Todos trabajan juntos, en democracia, interconectados y unidos por fuertes lazos de solidaridad.
Tales características le otorgan la capacidad de brindar oportunidades, trabajo justo y remuneraciones equitativas a miles de personas, para mejorar sus vidas y las de sus familias. Por eso, se han convertido en socios claves para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS).
Se distinguen, además, por estar impulsadas por valores centrados en el ser humano más allá de las ganancias. Como menciona la ILO, estos valores y principios son acordados internacionalmente y guían su accionar buscando crear prosperidad conjunta: autoayuda, autorresponsabilidad, democracia, igualdad, equidad, solidaridad, honestidad, apertura, responsabilidad social y cuidado de los demás.
Estas entidades se encuentran en todos los sectores económicos, desde recicladores auto organizados gasta mujeres que mejoran las condiciones laborales. Gracias a este modelo, se ha logrado llevar recursos básicos -como electricidad y agua- a zonas rurales, así como servicios financieros y crediticios a personas de bajos ingresos. Además, han facilitado el acceso a vivienda, atención médica y alimentos a poblaciones mayores y marginadas. De forma que, este modelo cooperativo ha abordado importantes fallas del mercado y el gobierno, acercándose a comunidades desatendidas, especialmente en países en desarrollo. He ahí su importancia: la capacidad que posee para abordar necesidades insatisfechas y generar un impacto positivo en la vida de muchísimas personas.
Las cooperativas y los ODS
Ante el compromiso de sus miembros con las comunidades en las que operan, este modelo resulta fundamental para lograr un desarrollo sostenible y estable a largo plazo. Por eso, fue el primer grupo empresarial reconocido por la ONU como socio en el logro de los ODS. Asimismo, ellos fueron el primer grupo en respaldar estos objetivos.
Para empezar, el modelo cooperativo, a diferencia del modelo capitalista tradicional, no busca la concentración de capital. En cambio, brinda una distribución más justa y equitativa de la riqueza. Según la ONU, la membresía abierta de su modelo permite el acceso a la creación de riqueza y, por ende, la eliminación de la pobreza. Además, al no pertenecer a accionistas, otorga los beneficios sociales y económicos a los miembros y sus comunidades.
Por otro lado, este modelo ha probado ser resiliente en épocas de crisis, lo cual le otorga la estabilidad necesaria para crear trabajo decente a largo plazo. No solo ha sacado a miles de personas de situaciones económicas difíciles, sino que ha permitido romper ciclos de pobreza intergeneracionales, brindando protección social y seguridad alimentaria a quienes de otro modo se encontrarían excluidos. Y, tiene todo el potencial de continuar impulsando el desarrollo inclusivo.
Así pues, las cooperativas se muestran como socias eficaces para encaminar los ODS. Objetivos que, según el informe de las mismas, no han logrado avanzar lo suficiente (un 50% de ellas) y hasta se han estancado o retrocedido (un 30%).
Cooperativas en el mundo
De acuerdo con The World Cooperative Monitor (WCM), a nivel mundial existen 3 millones de cooperativas, cuyos miembros equivaldrían al 12% de toda la humanidad. Estas generan empleos e ingresos para 250 millones de personas en todo el mundo, representando el 10% del empleo global. Aun así, el modelo cooperativo sigue siendo una forma de empresa poco utilizada y conocida.
En el último informe de WCM se recogen las 300 cooperativas más grandes del planeta. Entre ellas sus ingresos superan los 2410 millones de dólares. En el top se encuentran el Groupe Crédit Agricole de Francia; el REWE Group de Alemania; y el Groupe BPCE, también de Francia.
2025, el año de las cooperativas
Tal como sucedió en 2012, el 2025 será un año especial para las cooperativas de todo el mundo: ha sido proclamado como Año Internacional de las mismas. Con ello, desean promover el apoyo a las cooperativas y crear conciencia sobre su contribución al desarrollo sostenible, social y económico a nivel local, nacional y mundial.
De igual manera, estas empresas, impulsadas por la acción colectiva, buscan la atención de los gobiernos para el fortalecimiento del sistema empresarial. Así como mejoras en las legislaciones y reglamentos que sean más propicios para su creación y acceso a capital financiero. Esto, porque en el mundo en el que vivimos, es imperativo que una empresa genere ingresos. A pesar de todo lo bueno que ofrece este modelo a la sociedad y de su trayectoria comprobada, su continuidad se ve afectada ante la necesidad de generar dinero. Aquí, entra como principal soporte ante el desmoronamiento la fuerte confianza entre sus lideres y miembros, y el trabajo conjunto para salir adelante. Esta rentabilidad es lograble a través del equilibrio de beneficios y las ganancias. Pero, se requiere de un mayor apoyo e impulso de los gobiernos para permitir el crecimiento de las empresas.
Los #CoopsDay sin duda han allanado el camino. Ahora, le toca al #CoopsYear alcanzar dichas metas para promover la creación de empresas sostenibles en cada rincón del mundo. Lograr que se vire hacia un enfoque más colectivo en lugar de económico, más responsable y de respeto mutuo. Como observan desde la ONU, “la globalización debería regirse por un conjunto de valores como los del movimiento cooperativo; de lo contrario, crea más desigualdad y excesos que la hacen insostenible.”
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