La historia de los propósitos de Año Nuevo no es nada novedoso. Cada nuevo año trae consigo esperanzas, planes e intenciones con una lista interminable de ámbitos en los que actuar. Y a esta lista no escapa la Arquitectura, que hoy más que nunca necesita una renovación radical. Renovación que también significa redescubrir las raíces.
Desde la antigüedad, un jubileo, en este sentido, era una verdadera ocasión de reconciliación. Un año nuevo exigía nuevas búsquedas, nuevos estímulos y nuevas fronteras. Pero también exigía una condonación de las deudas y los errores cometidos en el año anterior para poder empezar el nuevo año sobre una base legítima y honesta.
Efecto mariposa
Al fin y al cabo, la llegada del nuevo año, y con él el final del anterior, es un buen momento para hacer balance, para deshacerse de los malos hábitos. Bueno para revisar disputas y hacer limpieza de lo inútil o perjudicial, en el mejor de los casos para cambiar de actitud. Y hay que reconocer que los pequeños cambios pueden tener grandes efectos. Si la metáfora del efecto mariposa mencionada por Edward Lorenz es cierta, según ese tropo, con el tiempo, una pequeña diferencia puede generar inmensas consecuencias.
Un nuevo yo
Por otro lado, John Gribbin, profesor de astrofísica de la Universidad de Sussex, ha escrito un libro muy interesante sobre el tema titulado Deep Simplicity (Simplicidad profunda). En este libro explica que las personas somos uno de los “sistemas” más sensibles de este mundo. A veces basta un acontecimiento aleatorio para marcar nuestra mente para siempre. Puede tratarse de un suceso traumático, pero también de un hecho especial y atrayente que en un momento dado nos da un propósito, una pasión por la vida, un nuevo punto de vista e inspiración.
Nuevos propósitos
¿Y cuáles podrían ser esos pequeños cambios para inspirarnos? ¿Para empujarnos a aprovechar mejor las oportunidades y mejorar la arquitectura? En otras palabras, ¿cuál podría ser el efecto mariposa de este 2024? Unas sencillas consideraciones pueden ayudarnos a impulsar el cambio.
Leer más
Proponerse leer más no parece extraordinario, de hecho es uno de los propósitos más comunes que uno puede hacerse. Pero aunque leamos mucho, todos los días, podemos estar leyendo información equivocada, nos quedamos en la superficie, no comparamos puntos de vista diferentes. A menudo nos limitamos a los pies de foto.
Todos sabemos que el conocimiento es la clave de todo. Así que este año, ¿por qué no probar un enfoque diferente? ¿Te apuntas a un club de lectura o creas uno? ¿Estudiar textos escritos por grandes arquitectos? Quizá alternar volúmenes técnicos, históricos y biográficos. Para no caer en la monotonía, lee más revistas. Intercambiar consejos y sugerencias podría ser una situación beneficiosa para todos. Y quizá organizar reuniones para un intercambio personal no sería mala idea. Quién sabe, podría surgir algún estímulo inesperado y decisivo, un efecto mariposa realmente crucial.
Dibujar más
Dibujar es una habilidad, por supuesto. Algunas personas tienen una inclinación natural. Pero el talento puede cultivarse. Y eso significa practicar. Así que, si quieres mejorar tu ilustración, perfeccionar tus rayados y afinar tus sombreados, asegúrate de llenar un cuaderno entero de bocetos de aquí a final de año con garabatos espontáneos (arquitectónicos o no) que fijen ideas y provoquen reflexiones. Si te fascina el ready-made, ¿por qué no esbozas tus ideas en cualquier cosa que no sea tu cuaderno de bocetos habitual? Toallitas, tableros, periódicos viejos. Ser creativo crea medios creativos. Si los coleccionas todos, al final del año tendrás una línea temporal única de preciosas bagatelas de “efecto mariposa” que lleva la cuenta de tus pensamientos. Una forma estupenda de mantener el flujo creativo diario alimentado por la experiencia directa y las lecturas.
Abrir horizontes
Abrir los ojos no significa necesariamente gastar mucho dinero. Ver más también puede significar prestar más atención a lo que nos rodea. Todos los lugares son lugares que a alguien le gustaría visitar, quizá por curiosidad. Así que uno puede ser un viajero errante, incluso en su propio rincón del mundo. Vagar, explorar y descubrir la historia, la arquitectura, el paisaje. Si eres una persona organizada, puedes elaborar una lista de edificios y espacios singulares que aún no has visitado o que te gustaría volver a ver. Y esto podría ayudarte a elaborar un itinerario que planificar a lo largo del tiempo. Explora y, mientras tanto, desarrolla tus habilidades fotográficas o fílmicas tomando al menos una foto a la semana de un edificio, un entorno, un árbol, incluso de materiales inspiradores y detalles arquitectónicos. Y ya tienes un álbum para tu colección.
Volverse ecológico
Es justo suponer que todo esto puede declinarse en forma de sostenibilidad. Tener conciencia ecológica es, de hecho, un punto clave. ¿Cómo hacerlo? Siendo menos disipadores, diseñando de forma más inteligente para el planeta y las personas que viven en él, pero también para las demás formas de vida presentes. Desde cualquier punto de vista, este es el eje central, comprometiéndose a incorporar elementos de diseño sostenible en cada proyecto, por ejemplo utilizando material reciclado o productos innovadores que ahorren energía. Pero el problema es que no debería ser algo que se añade por encima y más allá de la propuesta inicial. Si trabajas con la sostenibilidad desde el principio, aumentarás el impacto positivo. Equilibra el impacto aprendiendo a medir las opciones. Esto es muy importante. Y es un acto de equilibrio. Y también es una forma estupenda de sentirte responsable de tus decisiones.
Encontrar la inspiración
Encontrar nuevas formas de inspirarse es el verdadero reto a lo largo del año. Observar ejemplos te permitirá comprender mejor cómo sopesar los pros y los contras y cómo diversificar las soluciones adoptadas en tus proyectos. Un enfoque rápido y sencillo para ampliar tus horizontes de diseño podría ser analizar componentes individuales, y los temas pueden ser amplios o específicos según tus elecciones. Hay que esperar un nuevo año para reflexionar, pero también para apreciar de verdad los momentos en que las cosas han ido bien y poder decirse (a uno mismo y a los demás): “Bravo”.
Para saber más: Le architetture più attese del 2024
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