Los subproductos suelen pasarse por alto, pero son extremadamente importantes para el ecosistema. El uso innovador de los subproductos puede abordar y resolver problemas de eliminación y reciclaje de forma muy eficaz.
Los subproductos son productos secundarios o derivados que se obtienen como resultado de un proceso de producción principal. Estos materiales no son el objetivo principal del proceso de producción. Se generan como un elemento secundario o derivado. Los subproductos pueden ser materiales sólidos o productos químicos, líquidos o gaseosos.
He aquí algunas características clave de los subproductos:
- Generados accidentalmente. Los subproductos no son el resultado intencionado del proceso de producción, sino que surgen como consecuencia natural.
- Varían según la industria. La naturaleza de los subproductos depende de la industria o el proceso específico. Por ejemplo, en la industria alimentaria, los subproductos pueden incluir residuos o partes no utilizadas de los alimentos, mientras que en la industria química, los subproductos pueden incluir productos químicos secundarios.
- Pueden utilizarse o eliminarse. Dependiendo de su naturaleza y oportunidades, los subproductos pueden utilizarse en otros procesos industriales, reciclarse o eliminarse adecuadamente.
- Sostenibilidad. La gestión de subproductos se ha convertido en un tema importante de la sostenibilidad empresarial. Muchas empresas buscan formas de reducir los subproductos o encontrarles un uso, contribuyendo así a reducir los residuos y el impacto medioambiental.
En muchas industrias, la gestión responsable de los subproductos se ha convertido en un objetivo fundamental para reducir el impacto medioambiental global y apoyar prácticas industriales más sostenibles. Esto puede implicar el reciclaje de subproductos, su transformación en nuevos productos o incluso la venta de estos materiales a terceros que puedan usarlos de forma útil.
Subproductos y su impacto medioambiental
En la moda, estos materiales van desde tejidos en desuso y recortes de producción hasta productos químicos tóxicos y aguas contaminadas. La industria de la moda es conocida por generar enormes cantidades de subproductos. Esto la convierte en una de las industrias más contaminantes del mundo.
Uno de los subproductos más notorios de la industria textil es el tejido sin usar. Miles de metros de tejidos de alta calidad acaban cada año en los vertederos debido a errores de producción o a cambios en las tendencias de la moda. Estos residuos representan una enorme pérdida de recursos y energía utilizados en la producción.
Soluciones innovadoras para dar una segunda vida a los subproductos
La buena noticia es que existen soluciones innovadoras para transformar los subproductos en recursos valiosos para una producción más sostenible. He aquí algunos ejemplos de cómo hacerlo:
- Cenizas de combustible pulverizadas en el hormigón. Las cenizas de combustible son un subproducto de la industria energética. Recientemente, se ha utilizado con éxito como componente del hormigón, haciéndolo más resistente y reduciendo el uso de materias primas tradicionales. Esta práctica reduce el consumo de recursos naturales y las emisiones de CO₂ asociadas a la producción de cemento.
- Subproductos de la industria papelera en baterías. Las fibras de celulosa de la industria papelera pueden emplearse para mejorar el rendimiento de las baterías. Esto no solo ayuda a reducir los residuos de papel, sino que también contribuye al desarrollo de baterías más eficientes para energías renovables y electrónica.
- Residuos textiles reciclados en ropa nueva. Las empresas de moda sostenible utilizan cada vez más tejidos reciclados de restos textiles o ropa usada para crear nuevas colecciones. Esto reduce la presión sobre la producción de nuevos tejidos y fomenta el reciclaje en la industria.
- El estiércol en la industria agrícola. Los granjeros que se dedican a vender leche y carne de los rebaños de vacas manejan el estiércol como subproducto. Por lo general, lo revenden a empresas de fertilizantes y paisajistas.
- Pulpa, semillas y cáscaras de fruta. Estos residuos son el resultado de procesos para crear zumos de fruta. Son subproductos utilizados a menudo en la industria cosmética por sus propiedades medicinales.
En un mundo cada vez más sensible al medio ambiente, la reutilización de subproductos se convierte no solo en una forma de crear procesos más sostenibles, sino en un gran recurso. El uso de subproductos ha permitido la aparición de nuevas oportunidades e industrias que antes no existían. El enfoque en una economía circular que reutiliza una materia prima en todas sus formas y luego vuelve a iniciar el proceso, está ofreciendo una manera eficaz de apoyar cambios importantes que, afortunadamente, son cada vez más parte integrante de nuestra vida cotidiana.
