Las microfibras plásticas son fibras similares a hilos que pueden proceder de tejidos naturales y sintéticos, pero están especialmente asociadas a materiales sintéticos como el poliéster y el nailon. Estas fibras pueden desprenderse de la ropa al lavarla y acabar en el medio ambiente e incluso en nuestros alimentos y agua.
Las investigaciones han demostrado que las microfibras afectan negativamente a la fauna, sobre todo cuando son ingeridas. Se han encontrado microfibras en el tubo digestivo de muchos animales marinos y de agua dulce, como peces, mariscos e incluso plancton.
Las microfibras también pueden acumularse en el medio ambiente, como en los cauces de los ríos y en las playas, donde pueden persistir durante largos periodos de tiempo.
Hay varios proyectos en marcha para abordar el problema de las microfibras de plástico, entre ellos la investigación sobre las fuentes y el impacto de estas fibras, así como los esfuerzos para desarrollar nuevos materiales y tecnologías que puedan reducir o evitar el desprendimiento de microfibras.
Algunos consumidores también están tomando medidas para reducir su contribución al problema, como con el uso de bolsas de lavado que capturan las microfibras o con la elección de fibras naturales como el algodón y la lana en lugar de las sintéticas.
Los científicos han deducido que cada año entran en nuestros océanos más de 8 millones de toneladas de plástico.
¿De qué está hecha la ropa?
Materiales a base de plástico:
- Poliéster
- Rayón
- Nailon
- Acrílico
La ropa sintética desprende diminutos fragmentos de plástico conocidos como microfibras, el tipo de microplástico más común en el medio ambiente.
¿Dónde se encuentran las microfibras?
- Ecosistemas terrestres y acuáticos
- Orillas
- Fondo marino
- Parques nacionales de EE. UU.
- Los Alpes
- Ártico
Las microfibras son extremadamente difíciles de eliminar del medio ambiente una vez incrustadas. Como resultado, evitar que este tipo de contaminación entre en el medio ambiente en primer lugar es fundamental.
Según un estudio realizado en 2019 por Ocean Wise, un hogar medio de Estados Unidos y Canadá envía cada año 533 millones de microfibras a las plantas de tratamiento de aguas residuales.
Las microfibras pueden ser perjudiciales para los organismos acuáticos que las consumen. Los productos químicos tóxicos añadidos a los textiles durante su fabricación también pueden encontrarse en las microfibras.
Los microplásticos son trozos de plástico que se rompen en fragmentos cada vez más pequeños, como los neumáticos de coche y las fibras sintéticas.
Contaminación por lavado y desgaste
Según un informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, las partículas de plástico procedentes de productos como la ropa sintética contribuyen al 35% de los microplásticos primarios que contaminan los océanos.
Los microplásticos secundarios son la descomposición de fragmentos de plástico más grandes en otros más pequeños. Se calcula que una sola carga de ropa que pasa por las depuradoras puede liberar una media de 9 millones de microfibras de plástico que acaban en el océano.
Una vez en el océano, las microfibras que ingieren los organismos marinos tienen efectos negativos, como la reducción de la capacidad de alimentación, el deterioro de la reproducción e incluso la muerte.
Además, las microfibras pueden actuar como portadoras de otras sustancias químicas y contaminantes nocivos, que pueden ser absorbidos por los organismos marinos y, en última instancia, ascender por la cadena alimenticia hasta llegar a los seres humanos.
Dado el uso generalizado de tejidos sintéticos y la persistencia de microfibras en el medio ambiente, es importante seguir investigando y desarrollando soluciones para abordar este problema. Entre ellas, la mejora de los procesos de tratamiento de aguas residuales, la introducción de nuevos materiales que desprendan menos microfibras y el fomento de la concienciación y el cambio de comportamiento de los consumidores.
Según investigaciones recientes, las fibras de plástico llegan incluso a caer del cielo. Las consecuencias para la salud incluyen problemas reproductivos, cáncer y daños en el ADN. Las micropartículas de plástico pueden causar problemas de salud similares si se inhalan en cantidades suficientes.
Los estudios han descubierto que las personas que trabajan con textiles a base de plástico tienen más probabilidades de desarrollar problemas respiratorios. La Coalición por la Salud del Plástico 2018 reunió a un grupo de organizaciones que trabajan en más investigaciones, prevención y soluciones.
Soluciones a la contaminación por microfibras
Entre las sugerencias para reducir y posiblemente eliminar la contaminación por microfibras para los consumidores se incluyen las siguientes:
- Evitar las fibras sintéticas
- Lavar con agua fría y menos ciclos
- Invertir en una lavadora de carga frontal
- Rellenar hasta el máximo permitido
- Lavar la ropa con menos frecuencia
- Utilizar detergente líquido en lugar de en polvo
- Instalar un filtro de microfibra
- Evitar que los tejidos acaben en los vertederos
- Evitar comprar ropa de moda rápida
Existen en el mercado algunos tipos de filtros externos para microfibras que los consumidores pueden acoplar a sus lavadoras para capturar las microfibras durante el ciclo de lavado. Estos filtros pueden ayudar a reducir el número de microfibras que se vierten en las aguas residuales y que, en última instancia, acaban en el océano.
Un estudio de 2018 de la Universidad de Toronto y Ocean Conservancy descubrió que un tipo de filtro de lavadora capturaba hasta el 87 % de las microfibras desprendidas por las mantas de lana durante el ciclo de lavado. Esto sugiere que estos filtros pueden ser una herramienta eficaz para reducir la contaminación por microfibras de las lavadoras.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los filtros externos son solo una parte de la solución al problema de la contaminación por microfibras.
También es importante considerar otros enfoques:
- Usar fibras naturales
- Elegir ropa fabricada con materiales que desprendan menos microfibras
- Mejorar los procesos de tratamiento de aguas residuales
- Promover la concienciación y el cambio de comportamiento de los consumidores
Francia es el primer país en aplicar reglamentos al aprobar una legislación que exige que todas las lavadoras nuevas tengan filtros de microfibras antes de 2025. De esta forma se reduce la contaminación por microfibras del lavado. Aunque las microfibras son un problema reconocido, en Estados Unidos no hay ninguna normativa que aborde la cuestión.