La moda y la biotecnología son dos mundos aparentemente distantes entre sí, pero en los últimos años han comenzado a acercarse para crear un futuro más sostenible. La biotecnología está, de hecho, revolucionando la industria de la moda como en otras, por ejemplo si pensamos en la industria del perfume. Ofrece nuevas soluciones para reducir el impacto ambiental de los procesos de producción y mejorar la calidad de los materiales utilizados. La biotecnología en la industria de la moda ofrece muchas oportunidades para crear tejidos sostenibles, biodegradables y de alta calidad, reduciendo el impacto ambiental.
Las diversas aplicaciones de la biotecnología
Algunas de las aplicaciones más innovadoras de la biotecnología incluyen:
- Telas sostenibles: Las telas como el algodón y la lana requieren grandes cantidades de agua, energía y pesticidas para producirlas. La biotecnología ayuda a producir telas sostenibles a partir de fuentes renovables como algas u hongos, al tiempo que reduce el consumo de recursos y el impacto ambiental.
- Tintes naturales: Los tintes sintéticos son a menudo tóxicos y contaminantes. Con el uso de la biotecnología, podemos producir tintes naturales a partir de fuentes como las bacterias, que son sostenibles y no tóxicas.
- Materiales innovadores: Con las biotecnologías, es posible crear materiales innovadores como el cuero curtido vegetal, producido a partir de microorganismos, y la seda artificial, a partir de proteínas de insectos . Estos materiales son biodegradables y pueden reducir el daño ambiental de la industria.
- Reducción de residuos: También nos permite crear tejidos personalizados, reduciendo el desperdicio de material. Además, con la biotecnología podemos reciclar textiles de manera más eficiente, reduciendo el número de ropa que termina en vertederos.
Una de las técnicas innovadoras usadas es el proceso conocido como lab-grown. Estos son materiales sintéticos producidos a través del cultivo de células y tejidos. Gracias a esta tecnología, es posible producir tejidos y materiales idénticos a los naturales, sin tener que recurrir al uso de animales o plantas. Además, los materiales cultivados en laboratorio a menudo son más fuertes, más duraderos y más sostenibles.
La seda producida a partir del cultivo de bacterias fue uno de los primeros materiales cultivados en laboratorio que se utilizaron en la industria de la moda. El cultivo de seda in vitro, por ejemplo, implica el cultivo de células de gusano de seda en un ambiente controlado. Estas células crecen y producen seda de manera similar a como lo hacen en la naturaleza, pero sin la necesidad de criar y matar gusanos de seda. La seda cultivada in vitro tiene la misma suavidad y apariencia brillante que la seda tradicional al tiempo que reduce el impacto ambiental. Este tejido se utiliza para la creación de ropa y accesorios, lo que demuestra que la tecnología de materiales de laboratorio también se puede aplicar al mundo de la moda.
Los biopolímeros también son cada vez más importantes en la sostenibilidad de la industria de la moda. Estos son polímeros naturales producidos por plantas y otros organismos vivos como el almidón de maíz, la celulosa y la queratina. Estos materiales se pueden utilizar para crear telas biodegradables y compostables, reduciendo el daño ambiental de su producción (a diferencia del petróleo).
Un ejemplo de biopolímero utilizado es el PLA, ácido poliláctico, un polímero biodegradable obtenido de la fermentación del maíz. Este material se utiliza para la fabricación de ropa y accesorios, lo que demuestra que los biopolímeros se pueden utilizar para crear productos de alta calidad.
Aprender de la naturaleza
La biotecnología, inspirada en la naturaleza, no se limita a la industria de la moda. La observación y la imitación de la naturaleza también son cada vez más importantes en el sector del lujo. De hecho, la observación de la naturaleza puede proporcionar ideas importantes para el desarrollo de tejidos y materiales innovadores y sostenibles. Por ejemplo, se ha estudiado el fenómeno de la fotosíntesis para crear tejidos capaces de absorber la luz solar y transformarla en energía. Otro ejemplo de observación de la naturaleza es la creación de tejidos inspirados en la estructura de las hojas. Estas telas se hicieron utilizando tecnología de impresión 3D y han demostrado ser increíblemente fuertes y duraderas, así como sostenibles.
Basta pensar en la icónica Bella Hadid que en la Semana de la Moda de París SS23 lució un vestido creado con un spray compuesto de polímeros, biopolímeros y disolventes producidos por la empresa Fabrican LTD, que en contacto con la piel generó un tejido real. La idea viene de Sebastien Meyer, fundador de la casa de moda Coperni. Este es un ejemplo que muestra cómo la ciencia y la moda pueden mezclarse perfectamente.
En resumen, la biotecnología está revolucionando la industria textil, ofreciendo muchas oportunidades para crear tejidos sostenibles, innovadores y de alta calidad.