plastica in diversi toni di blu
Plastica biodegradabile copertina

Plástico biodegradable, una esperanza para nuestro planeta

Norma Márquez
Visual Curator
Webwriter
Federica Severgnini

¿Has oído hablar de la innovadora start-up de plástico biodegradable de Londres llamada Notpla? Su lema es: «hacemos desaparecer el packaging».

Sí, este proyecto se preocupa mucho por el bienestar de nuestro planeta y ha creado envases que pueden degradarse en poco tiempo sin causar ningún daño. El plástico biodegradable está a punto de convertirse en una realidad.

Pero demos un paso atrás. Aunque hay empresas como Notpla, el plástico, su producción, uso y eliminación siguen siendo problemas actuales. El nacimiento y la introducción de este material innovador se remontan a finales de los años 800.

El inglés Alexander Parkes fue el primero en realizar estudios sobre el nitrato de celulosa, comenzando a producir el primer material semiplástico utilizado para la creación de asas y cajas, pero también para cuellos y puños de camisas.

Poco después, los hermanos Hyatt patentaron la forma de celuloide, pero desde un punto de vista químico, este material no podía procesarse a altas temperaturas, dada su alta inflamabilidad.

El punto de inflexión, por lo tanto, llega a principios de los años 900, cuando el químico Leo Baekeland, creó un material llamado baquelita derivado del fenol y el formaldehído, hasta el descubrimiento del PVC (cloruro de polivinilo) por Fritz Klatte.

Después del final de la Segunda Guerra Mundial, gracias al auge económico y la industrialización, el plástico encontró un lugar seguro para florecer y también tuvo un rápido desarrollo gracias a su flexibilidad y bajo costo de producción. El petróleo se convirtió en la materia prima para la creación de plástico. Para conocer más sobre su historia, puedes consultar esta web.

Los múltiples usos del plástico

Los usos de este material son muchos.

Podemos encontrarlo en envoltorios de alimentos, dado su alto poder de conservación. Es uno de los materiales utilizados  para la creación de prendas, como el poliéster y el Nylon, este último descubierto en 1935 por Wallace Carothers y utilizado para la creación de calcetines de mujer, paracaídas, equipos deportivos y objetos de diseño.

Su facilidad de producción ha ayudado a fortalecer su dominio en términos de progreso tecnológico y gusto por el diseño cada vez más rápido.

En los años cincuenta, muchas empresas comenzaron a adoptar el plástico para producir objetos en serie y sobre todo, estéticos. De hecho, estos son también los años en los que comienzan las colaboraciones con importantes diseñadores. Por ejemplo, nacen los primeros envases y asientos de plástico creados por la empresa Kartell. Los colores y las formas extrañas estimulan los sentidos del consumidor haciendo que cada objeto sea atractivo para todos. Algunos ejemplos son Boborelax de Boeri (1967) hecho de espumas de poliuretano, el sillón puf de Zanotta (1969), la silla Tube de Joe Colombo producida por Cappellini (1969), la lámpara Splügen Bräu (1961), la lámpara Taccia (1962), la lámpara Arco (1962) y la Toio (1962) fabricada por los hermanos Castiglioni.

El plástico, por lo tanto, simplificó muchas operaciones diarias, dando un toque más actual y colorido a los hogares de millones de personas.

Alrededor de los años 70 y 80, sin embargo, comenzó a haber una conciencia diferente sobre este material, era tan innovador como peligroso.

El principal problema se refiere a su eliminación. Cada año, millones de toneladas de residuos se dispersan en el medio ambiente, llevando a nuestro planeta a un tipo de sufrimiento nunca antes experimentado.

Muchos animales, debido a la continua ingestión de microplásticos, mueren más rápido llevando así a modificar el ecosistema. Incluso para los humanos se ha demostrado que una vez absorbidos, los microplásticos se acumulan en el hígado, los riñones y los intestinos con la capacidad de causar estrés oxidativo, problemas metabólicos, procesos inflamatorios, así como daños en los sistemas inmunológico y neurológico. 

Microplastica ed ecosistema

Innovación que puede cambiar el mundo

A este punto, el problema que estamos experimentando es ya más claro para nosotros. Afortunadamente, hay más proyectos orientados al cambio y las soluciones. El plástico biodegradable parece ser el futuro.

Ecoplastica

Los ingenieros de Notpla inventaron una envoltura de plástico biodegradable natural, compuesta de algas cultivadas en el norte de Francia que se secan y muelen, convirtiendo las migajas en un fluido espeso y viscoso que produce una sustancia similar al plástico. El material sintético clásico tarda muchos años en desaparecer, mientras que la envoltura de Notpla se biodegrada en tres o cuatro semanas. (Fuente:  Notpla.com)

La start-up californiana Sway ofrece una alternativa válida basada en derivados de algas. Su cultivo requiere solo agua de mar, por lo que es rápido y fácil. También son reconocidos por ser capaces de eliminar el CO2 del agua.

La diseñadora chilena, Margherita Talep, explicó el sencillo proceso detrás de la creación de este material. Bastaría con hervir agar-agar a unos 80 grados centígrados, agregando tintes naturales y agua. Todo esto crea una sustancia gelatinosa que, después del secado, se convierte en un material similar al propio plástico. Para el cierre de los paquetes, además, se prefiere usar solo calor, evitando así el uso de pegamento. 

Todavía no se sabe cuándo esta innovación reemplazará al plástico por completo, pero sabemos que estamos ante un gran cambio. Por el momento, prestar atención al reciclaje y la reutilización del plástico son herramientas importantes para controlar el problema del exceso de producción y la dificultad de su eliminación.