Tras tres años de pandemia, este va a ser el primer verano más “normal”. Lo cuál está generando mucho revuelo, ¡hagámoslo un verano sostenible!
Los meses de verano ocasionan un gran impacto en el medio ambiente, ya que hay muchas más personas viajando y consumiendo. Es la oportunidad perfecta para comprar outfits nuevos y así poder mostrarlos en nuestros nuevos destinos vacacionales.
Pensábamos que íbamos a poder vivir nuestra vida como en 2019, pero a pesar de esta vuelta a “la normalidad”, nos hemos encontrado con otro obstáculo mundial, el conflicto entre Ucrania y Rusia, hecho que nos condiciona directamente y está afectando nuestra normalidad.
“La invasión de Ucrania por parte de Rusia ha provocado nuevas dificultades, justo cuando la Unión se había recuperado de las repercusiones económicas de la pandemia.”
Comisión Europea
La inflación empezó a coger impulso desde principios de 2021, cuando las consecuencias económicas del COVID empezaron a sufrirse. Desde entonces, los precios de la energía se han ido elevando, “el principal choque en las economías mundiales y de la UE es el de los precios de las materias primas energéticas”. Este golpe en la economía nos ha cogido de imprevisto, provocando un alza en los precios en varios productos de necesidad básica relacionados con la energía.
Tenemos que ser conscientes y consecuentes con nuestros actos ahora, ya que tendrán repercusión en un futuro cercano. La Comisión Europea ya anuncia un Plan de Reducción de la Demanda de Gas, con el fin de reducir el consumo de gas en Europa un 15% hasta primavera. El motivo principal:
“La energía ahorrada en el verano es la energía disponible para el invierno”
Por otro lado, otro factor influyente a tener en cuenta este 2022 son las altas temperaturas alcanzadas. En Europa, los protagonistas este verano son el calor, la sequía e incendios.
Como consecuencia del cambio climático, en países como Reino Unido se están llegando a alcanzar los 40 grados centígrados, por primera vez en la historia. Hay que ser conscientes que este dato se va a convertir en una normalidad si no actuamos.
En países como Suiza e Italia se está limitando el uso de agua potable, sólo para uso doméstico. Hasta el 31 de agosto, en Verona está prohibido regar jardines, campos deportivos o llenar piscinas. El agua, al igual que la electricidad, se está convirtiendo en un bien escaso.
Pero, ¿qué podemos hacer para que nuestro verano tenga el menor impacto posible en la moda?
Recomendaciones para un verano sostenible:
“Menos es más”, armario cápsula:
No es necesario comprar compulsivamente infinidad de prendas sólo porque sea verano. El 44% de los gastos durante las vacaciones de verano se concentra en ir de compras, está dentro del top 3 de actividades preferidas, junto con salir a restaurantes y viajar en territorio nacional.
Para tener un armario cápsula primero debemos ser conscientes de lo que tenemos; reorganizar las prendas, ver qué está en tendencia y qué no, para así poder sacarles el máximo partido.
Sobre todo tener prendas de calidad, que perduren en el tiempo y a los lavados, atemporales y que sirvan para cualquier ocasión. Variedad y sobre todo comodidad.
No caer en micro-trends:
Una cosa a tener clara en moda es que todo vuelve.
Las tendencias nos van marcando lo que vamos a ir viendo en las tiendas, pero no tenemos por qué seguirlas todas para “estar a la moda”.
Hay que ser conscientes, observar las tendencias y ver cuál nos representa y con cuál nos vamos a sentir cómodas y no caer en micro-trends, muy limitados y breves en el tiempo. Preferiblemente optar por tendencias que podamos añadir a nuestro armario y que nos puedan acompañar algunas temporadas.
Sostenibilidad, la mejor tendencia.
La mejor opción para conseguir prendas a un precio razonable, de calidad y sostenible es optar por tiendas de segunda mano o vintage. Así fomentamos darle una segunda vida a las prendas y ralentizar la producción de ropa, sacándole el máximo partido a la que ya está en circulación.
Otra acción a considerar sería optar por el mercado local. De esta manera ayudas a la economía de tu zona, a mantener puestos de trabajo y a valorizar la zona.
En este artículo te mostramos el impacto que tuvo el resurgimiento de la moda local tras la pandemia.
Realizar compras conscientes, de calidad y sostenibles es la clave para consumir prendas sin provocar un gran impacto en nuestra economía ni en el planeta. Está en nuestra mano hacer del del 2022 un verano sostenible.