Latinoamérica cuenta con ocho países que atesoran cerca de un 70% de la biodiversidad de nuestro planeta; La triple emergencia planetaria (crisis del cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación) está amenazando de gravedad la flora y la fauna de la región.
El retroceso de los glaciares en la Cordillera de los Andes, las elevadas temperaturas en ecosistemas como el Chaco y la Amazonia y eventos extremos cada vez más frecuentes. Son algunas de las manifestaciones que ya se aprecian en América Latina a causa de la crisis climática.
La pérdida acelerada de las especies y la contaminación de mares, ríos, aire y suelo son otros de los retos ambientales a los que se enfrenten los países de la región.
Triple emergencia: Cambio climático
“Las probabilidades de que el calentamiento global supere los 1,5 °C en los próximos dos decenios son del 50 % y, a menos que se produzcan reducciones inmediatas, rápidas y a gran escala de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) el objetivo de limitar el calentamiento a 1,5 °C o incluso a 2 °C a finales del siglo será inalcanzable”. Esta es una de las conclusiones del último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), titulado Bases físicas, publicado en agosto de 2021.
Por ejemplo, tiene mayor huella en latitudes intermedias y altas como el norte de México y los desiertos del Monte, en Argentina, y Atacama, (Chile). Todas estas zonas están empezando a sufrir eventos de temperaturas extraordinarias. Así como a la disminución en los caudales de los ríos que descienden de los Andes hacia el Pacífico, en Chile y Perú; y hacia el Atlántico, en Argentina y Brasil.
El artículo Mapeo de tres décadas de cambios en los glaciares andinos tropicales, informa que, entre 1990 y 2020, se ha registrado una pérdida del 42% de la cobertura de los glaciares andinos tropicales. Si bien el calentamiento global es una de las causas; también lo es el aumento de incendios forestales en los últimos años en la Amazonia.
La magnitud del problema del deshielo varía en cada uno de los países por donde discurre la Cordillera de los Andes. Desde Venezuela hasta Argentina y Chile; pues depende de la extensión de los glaciares en cada lugar. En este sentido, Perú ha perdido 41% de sus glaciares, Bolivia un 42% y Ecuador un 36%. Los porcentajes con muy elevados y alarmantes.
Marlene Quintanilla (directora de Investigación y Gestión del Conocimiento de la Fundación Amigos de la Naturaleza de Bolivia); destaca los impactos que ocurren en la Amazonía. “Los análisis que realizamos conjuntamente con otros países identifican que la Amazonía está entrando en un punto de no retorno. Probablemente hay un 20% de la Amazonía que ha sido severamente afectada por la deforestación, por el cambio de uso de suelo, por una altísima degradación y la recurrencia de incendios forestales”.
Quintanilla menciona la alteración en la distribución mensual de las lluvias en Bolivia en los últimos 20 años. “Prácticamente no llueve en algunas regiones y en otras llueve el doble y hasta el triple en comparación con años anteriores”. Una situación que está generando desastres ambientales como inundaciones y sequías.
Triple emergencia: pérdida de biodiversidad
Según Matías Mastrangelo, investigador del CONICET: “La tendencia general es hacia una pérdida acelerada de biodiversidad en Latinoamérica».
América Latina es de las mayores proveedoras de materias primas para el resto del mundo en cuanto a producción grano, carne, madera. Las economías locales dependen mucho de estas actividades extractivas.
Sin embargo, estas actividades vienen causando pérdida de biodiversidad desde hace varias décadas. Donde había bosques, selvas, pastizales y humedales, ahora hay campos de cultivo de soja, palma aceitera y pasturas para ganadería.
Esa transformación del hábitat tiene como consecuencia que muchas especies están en peligro de extinción o directamente sufren extinciones regionales.
En Argentina, el yaguareté [jaguar] ocupaba más de medio país y ahora solo quedan 20 ejemplares en el Gran Chaco argentino en el límite con Paraguay. En Costa Rica, una especia desaparecida es el sapo dorado, que solo vivía en las cumbres de algunas montañas de bosques de neblina.
Y, por su parte, algunas tortugas marinas están en peligro de extinción por otras razones como la explotación y la contaminación; acciones que se suman al cambio de la temperatura que afecta su reproducción.
Triple emergencia: Contaminación
Un informe de la OMS indica que alrededor de 2600 millones de personas están expuestas a niveles peligrosos de contaminación del aire en el hogar. Debido al uso de fogatas o cocinas que utilizan combustibles como el queroseno, leña y carbón.
No es el único riesgo de contaminación en los países latinoamericanos. Los derrames de petróleo afectan bosques amazónicos, ríos y mares. Los agroquímicos impactan en los suelos, mientras que insumos como el mercurio, usados por la minería ilegal, tiene efectos negativos en flora, fauna, ríos, lagos y personas.
En una evaluación realizada por el IPBES, el cambio del uso del suelo es el principal factor que causa la pérdida de biodiversidad y degradación de los ecosistemas. En segundo lugar está el cambio climático; y en tercer lugar aparece la contaminación ambiental.
Mastrangelo menciona el problema de la contaminación por agroquímicos en Argentina y Brasil. “Se ve el uso irracional y abusivo de ciertos agroquímicos que contaminan el aire, el suelo y el agua. Los pobladores periurbanos toman el agua contaminada y respiran el aire contaminado. Además, los suelos que están constantemente expuestos a los agroquímicos van muriendo de alguna manera y se van volviendo inertes. Esto debido a que pierden toda la diversidad de microorganismos que lo mantienen vivo”.
Cuestiones abiertas
Según IPBES, “el 77 % de la tierra (excluyendo la Antártida) y el 87 % del área del océano han sido modificadas por los efectos directos de las actividades humanas, cambios que están asociados con la pérdida del 83 % de la vida silvestre, la biomasa de los mamíferos y la mitad de la de las plantas. La ganadería y los humanos representan casi el 96 % de toda la biomasa de mamíferos en la Tierra, y más especies están en peligro de extinción como nunca antes en la historia de la humanidad”.
Sabiendo esto…
¿Estamos a tiempo de revertir el daño causado?
¿La humanidad será capaz de ponerse de acuerdo para conseguir cambios drásticos y frenar la destrucción de nuestro hogar?
Haz un cambio en tu casa, desde tu individualidad. Es mejor hacer algo, por poco que sea, que sentarse a ver cómo termina todo.